El triunfo ante el Mallorca no solo ha dejado tres puntos más en la mochila. Ha abierto también un camino que, visto desde la estadística, invita a soñar. El Espanyol ha arrancado LaLiga con 10 de los primeros 12 puntos posibles, un registro que tiene más miga de lo que parece.
Desde que las victorias valen tres puntos (temporada 1995-96), en 54 ocasiones un equipo ha sumado al menos 10 de los primeros 12 puntos en las cuatro primeras jornadas. Pues bien, en 51 de esos casos el final de temporada fue europeo. Ahí es nada. Solo tres equipos rompieron la regla: el Valencia de la 21-22 (acabó 9º), el Rayo del 99-00 (también 9º) y el Compostela del 95-96 (10º). Y ojo al detalle: ninguno de esos equipos acabó por debajo de la décima plaza.
El dato tiene un punto romántico para los pericos. Porque entre esos equipos que arrancaron como un tiro estuvo también el Espanyol, con Camacho en el banquillo, firmando un pleno de 12 de 12. Aquella vez la temporada acabó con billete europeo, y con una afición disfrutando de un equipo que competía sin complejos.
Ahora el escenario se repite: un arranque ilusionante, un vestuario que transmite confianza y unos números que avalan que el equipo está en el buen camino. No hay que lanzar las campanas al vuelo, claro, pero cuesta no mirar la tabla y hacerse la pregunta de siempre: ¿y si este año sí?
