El Espanyol B no levanta cabeza. Otro empate, esta vez contra el Torrent (0-0), ha dejado al equipo de Raúl Jardiel tercero por la cola con solo tres puntos de quince posibles. Buenas sensaciones en los entrenos, pero nada de pegada en los partidos. Así está siendo el arranque liguero: mucho trabajo en la semana y nada de premio el fin de semana.
Jardiel ve señales positivas
Pese a los números, el míster se agarra a lo que ve como avances. Tras el último encuentro comenta: “Fue un partido condicionado por las particularidades del escenario. La primera parte fue bastante buena, generamos ocasiones claras de gol y el equipo mostró una buena versión. En la segunda mitad nos costó llegar con tanto peligro, pero tuvimos más control y reducimos sus opciones. Creo que ofrecimos una versión más fiable, con jugadores que dieron un paso adelante y mostraron una mentalidad fuerte. Este es el camino para competir en el futuro: ser un equipo más estable, con un gran trabajo defensivo y una actitud sólida sobre el campo.”
Un rival con un proyecto ambicioso
Este sábado llega a la Dani Jarque el Atlètic Lleida (18h), un recién ascendido que no parece tan inocente como etiqueta su cartel. Jardiel lo tiene claro: “El Atlètic Lleida es un recién ascendido, pero con un proyecto importante en la categoría. Tienen una plantilla amplia y un entrenador -el ex barcelonista Gabri– que conoce muy bien la competición. Es un equipo con muchas alternativas. Veremos cómo evoluciona el partido, pero si pueden sacar alguna lectura de lo que hicimos el otro día, será algo anecdótico.”
El reto: regularidad
Lo que más preocupa ahora al técnico es consolidar lo que considera una línea de mejora. “En Ibiza hicimos una buena primera parte, aunque la segunda fue muy mejorable. En el último partido ya vimos más minutos de buen rendimiento. Ese es el cambio que espero y que confío en que el equipo siga consolidando.”
El filial necesita que esas palabras se traduzcan de una vez en victorias. El ambiente es de confianza, sí, pero también de urgencia: el Espanyol B no puede permitirse seguir estancado en la parte baja si quiere tener un año tranquilo en la Tercera RFEF.
