El Espanyol B se marchó de Santa Coloma con la sensación de que el partido podía haber dado para más, pero al final tocó volver a casa con una derrota por la mínima (1-0) y la eliminación de la Copa Catalunya. El duelo ante la FE Grama sirvió también para que el técnico perico Raúl Jardiel echara mano de chavales del Juvenil A y también de algunos jugadores del Vilassar de Mar, el mal llamado Espanyol C, dejando una mezcla curiosa pero competitiva en estos octavos del torneo catalán.
Un inicio igualado con la ocasión más clara en botas de Letono
La primera media hora fue de tú a tú, con un Espanyol B que llevaba un pelín más el peso del juego y que rozó el gol en el minuto 11. Christ Letono se animó desde la frontal y soltó un zapatazo que el portero rozó lo justo para mandarlo a córner. Los locales respondieron con un penalti a lo panenka en el 22… pero que no salió bien para los intereses de los de Santa Coloma. Ahí el partido se movía entre la igualdad y los sustos, aunque ninguno terminaba dentro.
La Grama aprovecha su momento y golpea antes del descanso
Con el paso de los minutos, la FE Grama dio un paso adelante y el Espanyol B lo notó. En el 36, los locales encontraron el gol que acabaría decidiendo el choque. No fue un arreón largo ni una avalancha de los locales, pero sí un aviso claro: cualquier despiste podía costar caro. Y costó.
El filial aprieta en la segunda parte, pero el portero local lo para todo
Tras el descanso, los de Jardiel se pusieron en modo remontada. Centro va, centro viene, balón parado, lo que hiciera falta. Tim Caroutas tuvo el empate con una falta directa que llevaba veneno, pero otra vez apareció el portero local para sacarla. La Grama, mientras tanto, esperaba los espacios que dejaba el filial en la transición. En una de estas, Álex Ruiz tuvo que estirarse para evitar el 2-0 y mantener viva la esperanza blanquiazul.
Sander rozó el empate en el añadido, pero no hubo premio
En el tiempo añadido llegó la última: Sander se quedó con la opción de empatar, pero otra vez el guardameta de la Grama volvió a salvar a los suyos. Fue la parada que selló la eliminación perica de la Copa Catalunya y dejó al filial masticando la frustración del “casi”.
El Espanyol B mira ya a la Liga
Al final, derrota por la mínima y punto final a esta breve aventura en esta Copa que estrena formato por enésima vez. No fue un mal partido, más aún teniendo en cuenta lo variopinto del once elegido, pero faltó acierto en los metros finales. Ahora lo que toca es pasar página y centrarse en la Liga, donde los de Jardiel tienen objetivos más grandes y para qué negarlo, más ilusionantes que perseguir.