En la Dani Jarque se respiraba cierta tensión estos días. No era para menos. Tanto el Espanyol B como el Femenino llegaban al fin de semana con la obligación de ganar. El filial de Raúl Jardiel, sin conocer la victoria en las cinco primeras jornadas, y el equipo de Sara Monforte, penúltimas y necesitadas de un golpe de moral, se la jugaban en casa. Y lo mejor de todo es que los dos respondieron. Victoria por la mínima para el B ante el Atlètic Lleida, y 3-0 sólido del Femenino contra el Alhama. Por fin, una jornada para sonreír en Sant Adrià.
El Espanyol B ya sabe lo que es ganar
Costó, pero ya está aquí. El filial blanquiazul se estrenó este domingo en la Segunda RFEF con un trabajado 1-0 ante el Atlètic Lleida, en un partido de esos que no brillan pero que cabe poner en valor `porque ganar cuando no estás sobrado, cuando no estás fluido, cuando vienes de empatar en campos como Torrent, tiene un mérito enorme. Hoy, en La Grada Ràdio, hablaremos con su entrenador, Raúl Jardiel, para analizar cómo se vivió por dentro este primer triunfo tan deseado.

Ferran Gómez firma el gol del desahogo
El encuentro no fue sencillo. Los visitantes llegaron con ganas de dar guerra y lo hicieron. El Espanyol tuvo la posesión y llegó con frecuencia, pero le faltaba ese punto de acierto en los últimos metros. Hasta que apareció Leo Salazar, se la fabricó por banda derecha y, tras un error del portero, Ferran Gómez cazó el balón para marcar a placer. Un gol que vale oro y que puede marcar un antes y un después.

Con el 1-0, el filial no se echó atrás. Siguió apretando, con Letono muy activo arriba, y con un bloque que empieza a tener claro a qué juega. Todavía queda trabajo por hacer, y la clasificación no permite relajaciones, pero los primeros tres puntos ya están en casa. Y eso cambia mucho el ánimo.
El Femenino también se reivindica
Por su parte, el equipo femenino también tenía examen este fin de semana. Las de Sara Monforte, muy necesitadas de puntos, salieron con todo ante el Alhama y lo bordaron. El 3-0 fue claro, justo y, sobre todo, merecido. Ainoa Campo, Ona Baradad y Ángeles del Álamo firmaron los goles, pero lo mejor fue la sensación colectiva de equipo comprometido, con hambre y, por fin, con confianza.

Gol tempranero que cambió el guion
Desde el inicio se notó que el partido tenía otro color. A los cinco minutos ya había llegado una ocasión clarísima, y en el 10’ llegó el premio: córner sacado por Lucía Vallejo y Ainoa Campo, entrando desde atrás, mandaba el balón al fondo de la red. Gol de los que sueltan a un equipo y le cambian el cuerpo.
A diferencia de otras jornadas, el equipo no se echó atrás con el marcador a favor. Buscó el segundo con verticalidad y transiciones rápidas, sin olvidarse de defender bien cuando el Alhama se estiró. El segundo llegó tras el descanso, en una acción de pura fe de Ana Torrodà que Ona Baradad transformó con clase.
A partir de ahí, el Espanyol jugó con más calma y hasta pudo ampliar la ventaja antes del tercero definitivo.
Ya en los últimos minutos, y con el partido casi sentenciado, llegó el 3-0 tras una galopada de Ángeles del Álamo, que se plantó ante la portera y no falló. Golazo para cerrar una mañana redonda. Las pericas duermen fuera del descenso, con otra cara y con una moral totalmente distinta. El próximo sábado, visita al DUX Logroño.
