Una vez logrado el objetivo, es hora de descansar. Los futbolistas del filial ya se han ido de vacaciones -excepto Salto, que sigue recuperándose de su rotura de ligamento de cruzado anterior en la Dani Jarque– y ahora es tiempo de desconectar y cargar pilas de cara a la próxima campaña, la del retorno a Segunda División B. La Coordinación del Fútbol Base, nueva encargada del Espanyol B, ya trabaja a destajo preparando la próxima temporada.
El curso siguiente estará marcado por la continuidad de la base que ha logrado el ascenso. 16 jugadores de la actual plantilla tienen contrato vigente con el filial, con lo que en un principio continuarán en el equipo. Pero hay otros que no tienen su futuro solucionado.
Más allá de los tres futbolistas que por contrato pasan al primer equipo –Pipa, Álex López y Puado– y que deberán convencer al nuevo técnico de que tienen sitio en el Espanyol, está por ver qué ocurre con Lluís López, Royo y Cristo, los tres jugadores que acaban su relación contractual con el club el próximo 30 de junio. El capitán tiene la opción de ampliar la vinculación con la entidad, aunque no está claro que quiera continuar una campaña más en el filial. Esta temporada ha cumplido su tercer curso en el Espanyol B y podría considerar que su etapa en el segundo equipo, a pesar de contar con tan solo 21 años, ha llegado a su fin. El central ha crecido mucho este curso y estaría meditando su futuro, puesto que el pasado verano ya se interesaron por él varios equipos e incluso a final del mercado estuvo muy cerca de salir al Sevilla Atlético. Ofertas no le van a faltar.
Por su parte, Manel Royo firmó por un año con otro opcional, con lo que se tendrá que revisar su contrato. El de Alcanar tiene 24 años, lo que significa un handicap para un filial, y esta campaña se ha visto superado en muchos tramos por Pedrosa. Aún así, su vinculación al club es innegable y ha trabajado de forma excelente.
El último futbolista que finaliza contrato en menos de un mes es Cristo. El delantero paraguayo, que tardó en entrar en el equipo, tuvo un periodo goleador magnífico, e incluso sentenció la eliminatoria contra el Compostela con el cuarto y definitivo. Sus tantos han sido claves en determinados procesos de la campaña y ha demostrado un gran olfato goleador, con lo que a buen seguro que no le faltan ‘novias’.
El club ya está trabajando en los tres casos, muy diferentes entre ellos. De momento, ninguno de los citados continuaría en el Espanyol B la próxima campaña.
No continuará
El que a priori no seguirá es Moha. El extremo zurdo llegó el pasado verano cedido por el Stoke City con opción de compra, pero ésta no se ejecutará. Moha no ha estado al nivel que se esperaba y dejará de vestir la blanquiazul para regresar a su club de origen.
Al que se le ha renovado automáticamente el contrato con el ascenso es a Joselu. El delantero extremeño llegó para aportar experiencia al equipo y ayudar a lograr el ascenso, aunque está por ver si se le mantiene un año más en el equipo. Tiene 27 años, edad muy elevada para lo que debería ser un filial, con lo que su caso también deberá ser estudiado con detenimiento, a pesar de que ha sido un jugador importante esta campaña.
Cedidos y juveniles
A todos ellos habrá que sumarles a los jugadores que esta temporada han actuado a préstamo en diversos equipo. Se trata de Edgar González, que ha jugado en el Cornellà; Arnau Gaixas, que ha militado medio curso en el Europa y la otra mitad en el Vilafranca; Martí Soler, que salió dirección Granollers en el mercado invernal; y Rubén Enri, que esta campaña ha jugado en el Badalona. Todos ellos tienen contrato y deben volver, aunque está por ver qué sucederá con ellos.
Otro punto a tener en cuenta son los juveniles que por edad y en muchas ocasiones por calidad ascenderán al filial. Hay varios, con lo que en los despachos de la Dani Jarque tendrán que hilar fino. Y además de ello, seguro que habrá algún refuerzo. Toca esperar decisiones. Aún es pronto y hay tiempo de sobra. Es cuestión de acertar.