Explosión de goles en Sadrià con un protagonista principal, Mamadou, que con su hat-trick fue clave en el triunfo del Espanyol B ante el Atlético Baleares (4-2). No fue el mejor partido de los blanquiazules, pero gracias al idilio del atacante senegalés con el gol pudo sumar tres puntos muy importantes para seguir escalando posiciones en la tabla y situarse segundos, tan solo un punto por debajo del líder Hércules, conjunto al que visitan los de Lluís Planagumà la próxima jornada en un encuentro que se presume vibrante.
El rival mordió
El filial espanyolista saltó al césped con ganas de reencontrarse con la victoria tras la derrota del pasado fin de semana en Badalona (2-0). Para ello, el míster blanquiazul realizó cambios: dio entrada en el lateral zurdo a Ángel Martínez, que se perdió el pasado encuentro por sanción, en busca de más profundidad en la banda izquierda, mientras que Héctor continuó acompañando en el eje de la zaga a Raillo, con lo que Duarte fue el sacrificado. En la zona atacante, Mamadou fue titular en detrimento de Marc Fernández.
Con lo que no contaban los locales es con el buen hacer del Atlético Baleares, que llegaba a Sadrià en una clara línea ascendente. Los isleños estaban dispuestos a ganar por primera vez en la Dani Jarque, y comenzaron el encuentro muy fuertes, con mucha intensidad y presionando muy arriba, no dejando combinar a los espanyolistas. El gran trabajo visitante hizo que los blanquiazules no se encontraran cómodos en ningún momento y, pese a controlar el esférico la mayor parte de los minutos, fueron los de Nico López los que llegaron con más peligro a la meta rival. Aún así, la mejor ocasión corrió a cargo de los de Planagumà, en una falta botada por Joan Jordán y cabeceada por Héctor en el segundo palo que pasó muy cerca de la escuadra balearica.
Pocos minutos después, el Espanyol B estrenó el marcador. Un gran pase entre líneas de Jairo fue aprovechado por Mamadou para batir por bajo a Víctor en el uno contra uno.
Parecía que los locales se irían al descanso por delante en el marcador, pero prácticamente en la siguiente jugada el Atlético Baleares empató el encuentro por medio de Cristian, que aprovechó una jugada en el interior del área en la que ningún defensor blanquiazul fue capaz de despejar el esférico.
Locura transitoria
El encuentro se igualó tras el paso por vestuarios y ambos conjuntos se repartían la posesión y las llegadas al área rival. El duelo pasó a tener minutos de auténtico correcalles, aunque la ocasión más clara corrió a cargo de los de Planagumà en una triple oportunidad de Jairo, Luque y Mamadou. El de Gilena no se lo pensó dos veces a la hora de poner a prueba a Víctor, que despejó el balón como pudo. El rechace lo recogió en el borde del área Luque, que con un tiro a la primera obligó al meta visitante a reaccionar con una nueva mano salvadora. A la tercera, Mamadou cruzó demasiado el esférico y su tiro se marchó por la línea de fondo.
Los que no perdonaron fueron los isleños, que aprovecharon que ayer no era el día de la defensa espanyolista. Una falta lateral fue cabeceada por Carlos, que se elevó por encima de los dos centrales blanquiazules, para dar la vuelta al marcador.
Pide paso
De los futbolistas más destacados del filial, el único que todavía no ha debutado con el primer equipo es Mamadou; el atacante sigue llamando a la puerta de los mayores con exhibiciones como las de ayer. Y es que, si hasta el momento estaba siendo el mejor jugador espanyolista del partido, mejoró aún más su actuación con dos goles más.
El primero de ellos y segundo en su cuenta particular fue el del empate, poco después del gol de Carlos. Mamadou aprovechó un centro de Jairo para, con un gran cabezazo, igualar el partido.
Los visitantes comenzaban a dar muestras de cansancio y el Espanyol B lo aprovechó. Los de Planagumà se fueron a por el tercero y lo lograron mediante Jairo, máximo goleador del grupo con diez tantos. El andaluz empujó al fondo de la red un centro a media altura del recién incorporado Marc Fernández. Aún hubo tiempo para más y Mamadou firmó su tercera diana con una pasividad pasmosa: se fue hasta de tres jugadores para, desde el pico izquierdo del área, poner el balón lejos del alcance del guardameta del conjunto balear. Los blanquiazules lo pasaron mal, pero ganaron gracias a su punch.