La cantera blanquiazul vuelve a brillar. Lo hace en la mayoría de sus categorías y, como no podía ser de otra forma, también en la que supone el último escalafón antes de dar el salto al primer equipo. Y de qué manera, puesto que el filial espanyolista es segundo en la tabla con 22 puntos, tan solo uno por debajo del líder, el Reus.
Se trata de unos números que recuerdan a los de las mejores campañas de la historia del Espanyol B. El arranque de los de Lluís Planagumà es el tercero mejor del equipo en Segunda B, tan solo superado por los históricos filiales de las temporadas 1997/98 y 2001/02. En ambas, el equipo contaba tras 13 jornadas disputadas con cinco puntos más que el actual segundo equipo blanquiazul y en las dos se acabó disputando el play-off de ascenso a Segunda División A. En la primera campaña nombrada, con el tándem Alfonso Martínez Salinas y Nacho Segura en el banquillo, el filial acabó el curso en cuarta posición con 67 puntos, mientras que en la 2001/02, con Ramón Moya al mandó, el equipo acabó segundo con el mismo número de puntos que sus antecesores.
Estamos, pues, ante uno de los mejores inicios históricos del Espanyol B, justo en la temporada en la que se vuelve a confiar en los jugadores de la casa, dirigidos por un entrenador que este curso ha vuelto al Espanyol después de varios años fuera del fútbol base blanquiazul, en el que se formó como técnico. Más no se puede pedir.
Máxima igualdad
No es por quitarle méritos al gran inicio de temporada del Espanyol B, pero es cierto que la categoría está muy igualada. Tanto, que encontramos tres equipos empatados a puntos con el filial espanyolista -Hércules, Gimnàstic Tarragona y Mallorca B- y la distancia entre el equipo dirigido por Planagumà y el noveno, que es el Huracán Valencia, es de tan solo tres puntos. Así pues, la clasificación está muy apretada y todo puede pasar; no hay brechas en la tabla como ha sucedido en cursos anteriores.
Siguiendo con la comparativa de las campañas nombradas, en la 1997/98 y en la 2001/02 la distancia entre el Espanyol B y el noveno era la misma, de ocho puntos.
Problemas fuera
Uno de los motivos para que el filial espanyolista no esté registrando los mejores números de su historia en Segunda División B son los problemas que está teniendo como visitante. Tras el empate de la pasada jornada en el feudo del Sant Andreu (0-0), el Espanyol B suma seis salidas consecutivas sin ganar, habiendo puntuado en tan solo dos de ellas. De este modo, los de Planagumà únicamente han logrado dos puntos de quince.