La derrota contra el Villarreal B complicó mucho las cosas. El filial espanyolista ocupa, a siete jornadas para la conclusión del campeonato, la posición de promoción de descenso y el calendario que le espera al equipo no es nada sencillo. Pero los jugadores blanquiazules no pierden la sonrisa. Confían en sus posibilidades y en su fútbol y están convencidos de sacar la situación adelante. Saben que es el momento de apretar los dientes, y ya comienzan a hacer los primeros cálculos. No quieren mirar contra quién se enfrentan, sino ganar al rival que sea. Están obligados.
“La situación es complicada, quedan siete finales. Sabemos que de esas tenemos que ganar cuatro, así que no nos queda otra que estar tranquilos y luchar. Sabemos que acabaremos lográndolo”, indicó un optimista Carles Soria, de los que más tocados estaba tras la derrota del pasado fin de semana ante el filial castellonense. Y es que el fútbol no está siendo justo con el Espanyol B este curso, ya que a pesar de proponer un juego muy atractivo, se encuentra en una situación comprometida. “En los partidos lo hemos demostrado, en casi ninguno han sido superiores a nosotros. Jugamos bien, generamos muchas ocasiones, pero no estamos teniendo la fortuna y el hambre de meter los goles”. Lluís López, otro de los importantes del vestuario, dio en el clavo: los goles, los cuáles está costando que lleguen. El guante lo recogió Álex López. “Nos está faltando gol, aunque por ocasiones no es: ante el Villarreal B contamos 16”, afirmó el mediocentro, que está sufriendo en su primer año como profesional. “Los compañeros que estaban en el equipo el año pasado ya nos dijeron que, cuando entras en una dinámica negativa, costaba salir de ahí, pero no esperábamos que tanto”.
El apoyo de la afición
Es fundamental para el equipo. En el último duelo como locales los seguidores pericos respondieron y tanto La Curva como la Juvenil no pararon de animar durante todo el duelo. “En nombre de todo el equipo, quiero mandar a la afición todo nuestro sentimiento de que venga a apoyarnos porque va a ser muy importante de cara a la salvación”, aseguró Iago, algo que refrendó Lluís. “Nos da un empujoncito más a jugadores que no hemos vivido nunca esta situación. Es bonito ver que no se olvida del filial cuando estamos en una situación complicada”.
Pero, antes de ello, primer ‘match-ball’. ¡Y qué ‘match-ball! “El campo del Alcoyano es complicado, la gente aprieta y el rival es un gran equipo, pero realmente nos da igual contra quién nos enfrentemos, no miramos la clasificación”, admitió Iago, que en El Collao volverá tras sanción. “Ya hemos jugado contra todos los rivales y hemos competido bien. No miramos los nombres”, destacó Álex López, consciente de que esto lo han de sacar por sus propios méritos.
Respaldo desde fuera
Al menos en la próxima jornada, ya que Antonio Cristian y Rufo, dos pilares en el esquema del míster, cumplen ciclo de tarjetas. “Es, con perdón, una putada no poder estar en un encuentro de tanta trascendecia para nosotros”, subrayó un Rufo que también cree que el equipo no tiene el suficiente ‘punch’ en el área rival. “Esa es la realidad, nos falta gol. No será porque el equipo no lo intente, pero es algo que debemos mejorar en estas siete jornadas que restan”. El canterano podría acudir a Alcoy a apoyar a sus compañeros desde fuera junto a Antonio Cristian, uno que seguro que lo hará. “Estaré al lado del equipo. Nos quedan siete finales y, a pesar de que somos conscientes de la dificultad que se nos presenta, el equipo está bien mentalmente y el míster nos transmite tranquilidad. Vamos a ir a muerte”, señaló el central andaluz, también con la sensación de que al equipo “le falta un referente en el área. Creamos por dentro y por fuera, pero nos falta el último toque”.
Los chicos tienen muy claro lo que hay que hacer: salir cada jornada con el cuchillo entre los dientes. Lo realizado hasta ahora, por mucho que hayan merecido más, no vale. Son siete partidos, como dicen algunos siete finales. Y el equipo se juega el ser o no ser.