No hay tregua, ni tiempo para lamentaciones, ni espacio para el drama, aunque el golpe en Butarque del domingo pasado fue de esos que dejan marca. El Espanyol vuelve a tener que hacer números para asegurar la permanencia, y mientras la calculadora empieza a echar humo, el calendario no da respiro. Este martes arranca la jornada 36 de LaLiga, la antepenúltima, y los blanquiazules ya tienen la vista puesta en el jueves, con un derbi en casa ante el Barça que huele a pólvora por todos lados.
Y es que no es un derbi cualquiera. Para los de Manolo González, más allá del rival que se planta delante, la urgencia es clara: hay que sumar dado que la permanencia matemática todavía no está atada, y después de tres derrotas seguidas, las dudas se han colado por la rendija. Lo que hace apenas unas semanas parecía encarrilado, ahora vuelve a ser una pelea sin demasiado margen de error.
Por si fuera poco, el Barça podría llegar al RCDE Stadium ya como campeón o con la opción de coronarse ganando en terreno perico. El escenario, sea cual sea, no gusta nada en clave espanyolista. A nadie se le ha olvidado lo que pasó hace dos años, cuando los culés celebraron el título en el centro del campo, saltándose lo pactado con los Mossos y provocando una imagen que aún escuece. ¿De verdad hay que volver a pasar por lo mismo?
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Además, en medio del runrún por lo deportivo, ha vuelto con fuerza el debate sobre la figura de Manolo González. Las críticas, algunas con más argumentos que otras, han regresado justo cuando el equipo más necesita estabilidad. Porque sí, se puede criticar, claro que sí, pero también hay que saber cuándo y cómo. Y ahora, precisamente ahora, quizá no sea el mejor momento para alimentar incendios internos cuando todavía no se ha asegurado lo esencial.
El carácter pendenciero de algunos de los jugadores del Barça pone en aviso al Espanyol
De todo esto —y mucho más— se ha hablado hoy en La Grada Ràdio. Una tertulia que ha sido el termómetro perfecto para medir cómo está el perico de a pie: con el orgullo herido, sí, pero todavía con fe. Porque mientras las matemáticas no digan lo contrario, este equipo sigue vivo y lo del jueves no es solo un partido: es una oportunidad. Para sumar, para sanar… y para poner en su sitio a quienes no respetan ni las normas ni la historia.

En ese sentido, en La Grada Ràdio Francesc Via se lamentaba por el hecho que las circunstancias nos hayan robado esa alegría de jugar el derbi, aunque nunca debería haber excusa para privarnos del hecho de demostrar que en nuestra casa no nos gusta lo que representa el Barça. Tampoco hay que negar la realidad, y es que el Barcelona es un equipo que practica un gran fútbol, y es un rival temible. Muchos piensan que caso de tener que hacer el pasillo, se evitaría el tener que soportar otra vez esa indignante “rotllana” de hace dos años. De todos modos, conociendo que el carácter de algunos jugadores del Barça es de “camorristas y pendencieros”, como apunta nuestro director, no es descartable que pase lo que pase les salga la vena provocadora y también haya celebración posterior.
Máxima seguridad en el RCDE Stadium para un derbi de alto riesgo
El Espanyol y las autoridades han activado un dispositivo de seguridad especial de cara al derbi, un partido señalado en rojo tanto por lo que está en juego a nivel deportivo como por el contexto extradeportivo que lo rodea. El recuerdo de los incidentes ocurridos hace dos años, cuando los jugadores azulgranas celebraron el título de Liga en el centro del campo del RCDE Stadium desoyendo las recomendaciones de los Mossos d’Esquadra, ha llevado a extremar las precauciones.
El club ha mantenido conversaciones con los grupos de animación para transmitir un mensaje claro: máxima intensidad en el aliento al equipo, pero sin caer en provocaciones. La prioridad es evitar cualquier situación que pueda derivar en imágenes desafortunadas o sanciones, y que reste protagonismo a lo verdaderamente importante: el Espanyol se juega la permanencia en Primera división y necesita todo el apoyo posible, pero desde el respeto y la responsabilidad.
Se espera una entrada prácticamente completa en el estadio. El ritmo de venta de entradas ha sido alto y, salvo imprevisto, el RCDE Stadium registrará un lleno absoluto. Sin embargo, se prevé una notable presencia de seguidores del FC Barcelona, incluyendo un número significativo de turistas, algo habitual en este tipo de encuentros y especialmente en la recta final del campeonato.

Ante este escenario, desde el entorno del Espanyol se insiste en un doble llamamiento. Por un lado, a la afición blanquiazul, para que mantenga una actitud ejemplar en un duelo que, por su carga emocional, puede derivar en momentos de tensión. Por otro, a los seguidores visitantes, para que respeten el entorno y no contribuyan a alimentar un clima hostil. La coordinación entre club, cuerpos de seguridad y afición será clave para garantizar que el encuentro se desarrolle sin incidentes y con la seriedad que merece.
El Espanyol quiere vivir un partido grande. Pero no está dispuesto a permitir que nadie utilice su estadio como escenario para una provocación. Y esta vez, parece que está preparado para que eso no vuelva a ocurrir.
Salvador Illa, perico en el palco… pero con el freno institucional echado
Este jueves no solo se juega un Espanyol – Barça de máxima tensión deportiva. También habrá mucho que observar en el palco del RCDE Stadium, donde estará Salvador Illa, president de la Generalitat… y declarado seguidor del Espanyol. Pero más allá del escudo, el president ha optado por una posición diplomática que no ha sentado del todo bien en algunos sectores de la afición perica.
En una entrevista este martes en el programa Cafè d’idees de RTVE Catalunya, Illa se mojó —a su manera— sobre la posibilidad de que el Barça se proclame campeón en Cornellà. “Yo me alegraré que gane la Liga el Barça. ¿Qué puede ganarla jugando el jueves? Y yo me alegraré de que gane la Liga el Barça”, dijo sin rodeos. Una frase que, aunque matizada después, ha provocado cierto malestar en clave blanquiazul. Porque claro, Illa no es un político cualquiera. Es el primer president de la Generalitat que ha reconocido públicamente ser socio del Espanyol, con vínculos familiares y personales muy cercanos al club. Por eso, muchos esperaban algo más de complicidad con el sentimiento perico, especialmente en una semana en la que el Espanyol se juega media vida en Primera.

Eso sí, el propio Illa quiso dejar claro que una cosa es la presidencia institucional y otra su corazón: “No quiero que pierda el Espanyol, yo no he dicho eso. Me alegro de que el Barça ganase al Madrid, que gane la Liga, creo que lo tiene a tocar. ¿Con quién voy el jueves? El president de Catalunya no va con ninguno, va con todos los equipos catalanes, y cuando juegan equipos catalanes es neutral”.
Y aquí vino su guiño más evidente, aunque en voz baja: “Salvador Illa ya sabe usted con quién va”. Una frase que, si bien deja entrever su simpatía blanquiazul, sigue bajo el paraguas de la corrección institucional.
En todo caso, Illa confirmó que estará en el estadio el jueves, en el palco, cumpliendo con sus funciones como máximo representante de la Generalitat. “Estaré en el palco y como presidente estaré cumpliendo mis obligaciones institucionales, que son estar siempre a favor de todos los equipos catalanes y desearles que les vaya a todos ellos muy bien”. Y por si había dudas sobre, remató con un mensaje de pluralidad: “Es verdad que el Barça es un club muy importante para Catalunya, pero aquí hay más clubes de fútbol: el Espanyol, el Girona, el Nàstic… muchos más, y estoy a favor de todos ellos”.
¿Suficiente? Para algunos, sí. Para otros, no tanto. En el entorno perico, hay quien cree que ya va siendo hora de que el president pueda decir abiertamente que va con el Espanyol, sin miedo a las reacciones ni a incomodar a nadie. La normalidad institucional llegará cuando eso no sea noticia. Mientras tanto, bienvenida sea su presencia en el estadio.
Àlex Cobas defiende a Manolo: “No fue un capricho, tuvo que adaptarse a lo que había”
El analista Àlex Cobas ofreció en La Grada Ràdio una lectura táctica del partido en Butarque en la que defendió el planteamiento de Manolo González, sorprendido por las críticas que ha recibido el técnico tras la derrota ante el Leganés.
Cobas recordó que el equipo tuvo que afrontar el encuentro sin dos piezas clave como Omar El Hilali y Pol Lozano, algo que condicionó las decisiones del entrenador. En ese sentido, apuntó que las modificaciones en el once no respondieron a un “ataque de entrenador”, sino a la necesidad de adaptarse a las limitaciones de una plantilla corta y con pocos recambios fiables.

Desde su punto de vista, es importante contextualizar antes de juzgar decisiones técnicas que, en este caso, estuvieron marcadas por las bajas más que por el voluntarismo.
Nacho Bailador retrata el desastre del Valladolid de Ronaldo y Catoira: “Es vergonzoso”
No hay paños calientes posibles cuando el descenso ya es oficial desde hace semanas, y menos aún cuando quien habla es alguien que lo ha vivido desde dentro y sin perder un ápice de profesionalidad. Nacho Bailador, coordinador de As en Castilla y León y voz habitual en SER Deportes Valladolid, pasó este martes por los micrófonos de La Grada Ràdio para analizar la situación del Valladolid… y lo hizo sin pelos en la lengua. Con contundencia. Con claridad. Y con ese tono de quien ya no espera milagros, pero sí exige explicaciones.

La intervención fue una clase de periodismo real, de ese que se moja hasta el cuello. De entrada, Bailador quiso hacer un alto en su análisis para elogiar al técnico perico: “Me quito el sombrero ante lo que ha hecho Manolo González, por esa segunda vuelta, ojalá nosotros estuviésemos hablando de cuándo nos podemos salvar”. Y es que desde Pucela se ve con envidia –sana, pero envidia al fin y al cabo– la resurrección que ha tenido el Espanyol desde que Manolo cogió las riendas.
Pero claro, el Valladolid no está para homenajes. Y si el Espanyol vive con la calculadora en la mano, los pucelanos ya están haciendo inventario de ruinas. “El Valladolid en la segunda vuelta ha empatado un partido y perdido 15”, soltó Bailador. “Es posible que en alguno de estos tres partidos ante Girona, Alavés y Leganés pueda dar algún susto”, añadió, apuntando que el equipo aún tiene algo que decir… aunque solo sea para no firmar la peor segunda vuelta de la historia. “El equipo está sacando algo de orgullo, y creo que sacará algún punto para no hacer el ridículo”.
En cualquier caso, lo que realmente escuece en Valladolid no son los resultados. Es la sensación de abandono. De dejadez. De estafa emocional. “La gente está deseosa de llevarse alguna pequeña alegría en una temporada inaudita fruto de la dejadez de un presidente y la ineficacia de un director deportivo como Domingo Catoira”, explicó. Y es aquí donde se desata la tormenta.
Porque el foco se puso entonces en la figura de Ronaldo, propietario del club, al que Bailador acusó directamente de vender humo: “Ronaldo explicó el día del ascenso que tenía tres ofertas para vender, y al día siguiente dice que se queda. Ha habido ofertas pero ninguna le ha acabado de convencer, y yo digo, ¿ahora qué vale el Valladolid, descendido, sin estadio y con 16 jugadores que acaban contrato?”. Una pregunta con la respuesta flotando en el aire. “Se han ofrecido 30 millones, pero no se ve tan claro ahora”, añadió.
Sobre Catoira, el que fuera director deportivo del Espanyol y que ahora está en el ojo del huracán en Valladolid, tampoco hubo tregua: “¿No había jugadores mejores para fichar? Es terrorífico, se han traído futbolistas fuera de onda”. Según Bailador, su rol ha sido el de simple ejecutor de órdenes: “Catoira es un bienmandado, le han dicho que tenía que hacer caja y lo ha hecho, y ha ido diciendo que por eso, seguirá. Pero me parece imposible pensar que siga el año que viene”.
Más aún, el periodista reveló que “me consta que tanto la parte de Ronaldo como los posibles compradores están tocando otros directores deportivos”. Lo que lleva a la gran crítica: la pérdida de tiempo. “El gran desastre es que desde febrero el Valladolid está descendido y ha perdido tres o cuatro meses para preparar el futuro”.
Y si el presente es deprimente, el futuro no parece mucho mejor. “Lo que pasa es una cosa muy seria, la gente está protestando muchísimo, lo del billete de 500 ha salido en medios de todo el mundo”, comentó, en referencia a la peculiar forma de protesta de algunos aficionados que repartieron billetes falsos con la cara de Ronaldo.
El final de su intervención fue demoledor: “La gente está muy decepcionada porque cuando Ronaldo llegó dijo que en 5 años estaríamos en Europa e iba a dejar un legado con la Ciudad Deportiva, y no ha hecho nada de nada. Es vergonzoso”. Así, sin paños calientes. Una intervención que retrata la decadencia de un club que fue referente y que ahora se asoma al abismo… con el cartel de “Se vende” colgando de la puerta.