En las grandes citas, el espanyolismo siempre responde. Y este jueves, horas antes de uno de los partidos más importantes del curso, la afición del RCD Espanyol ha vuelto a demostrar que su compromiso con el equipo va mucho más allá de los resultados. El recibimiento al autocar del primer equipo, en los aledaños del RCDE Stadium, ha sido sencillamente impresionante. Cientos de aficionados han arropado a los de Manolo González en su llegada al estadio en un gesto de apoyo rotundo antes de un derbi cargado de tensión, emoción y mucho en juego.
Porque no es un partido cualquiera. El Espanyol puede sellar esta noche la permanencia matemática en Primera división, y el rival no es otro que el eterno adversario. Conscientes de lo que representa este encuentro, la hinchada ha salido al paso para hacer sentir a los jugadores el peso y la fuerza de una grada que no abandona. Bengalas, cánticos, tambores, banderas, bufandas y pancartas han dibujado una imagen de comunión total entre equipo y afición.
Muchos de los presentes llevaban esperando este momento toda la semana. Sabían que era el día. Sabían que era el momento de estar, de apretar, de hacer piña. Y lo han hecho como solo la afición del Espanyol sabe hacerlo: desde la pasión, desde el orgullo, desde el convencimiento de que la salvación también se juega fuera del césped.
El ambiente ha sido sobrecogedor. El humo blanquiazul ha envuelto al autocar como un escudo simbólico. Los jugadores, desde dentro, han podido observar —y sentir— lo que significa pertenecer a este club. Más de uno grababa con el móvil el recibimiento; otros simplemente miraban en silencio, con el rostro serio, conscientes de la responsabilidad que implica vestir esta camiseta en una noche como esta.
Manolo González y los suyos han recibido el mensaje alto y claro: la afición está con ellos. Lo ha estado en los momentos más difíciles, y hoy, cuando el equipo se juega un objetivo fundamental, no ha querido fallar.
El derbi empezará a las 21:30, pero el primer gol del Espanyol ya ha llegado antes del pitido inicial. Lo ha marcado su gente. Su alma. Su afición.





