El RCD Espanyol se ha proclamado, por segundo año consecutivo, campeón del Campionat de Catalunya Juvenil, tras imponerse con autoridad al FC Barcelona por 0 a 3 en la final disputada este sábado 7 de junio en el Estadi Municipal de Badalona. El conjunto dirigido por Marc Xalabarder completó un torneo impecable y culminó su camino con una actuación sobresaliente en el derbi, que vuelve a coronar a la cantera blanquiazul como referencia en el fútbol formativo en Catalunya.
El equipo blanquiazul se mostró sólido, bien estructurado y con una propuesta valiente. La presión alta, la buena circulación de balón y el orden táctico se tradujeron en dominio y ocasiones. Oriol Pallàs, muy activo desde el inicio, obligó a Max Bonfill a intervenir con acierto en un disparo que buscaba la escuadra. Poco después, el propio Pallàs adelantó al Espanyol con una gran acción individual, superando al guardameta culé con un disparo raso que se coló entre sus piernas.
El Barça intentó reaccionar, pero se encontró con un equipo serio, compacto y con las ideas muy claras. En la segunda mitad, Hugo Crespo amplió la ventaja con un potente disparo desde la frontal tras una transición bien conducida. El golpe definitivo lo dio Samu Puyo, que aprovechó una serie de rechaces en el área para firmar el definitivo 0-3.
El camino hasta la final tampoco fue sencillo. El conjunto espanyolista superó con solvencia a la Fundació PF Base Reus (0-3) en cuartos de final, y al CF Damm (1-2) en una igualada semifinal. Un recorrido que refuerza la competitividad del bloque y avala el trabajo realizado en la Ciudad Deportiva Dani Jarque.