El estreno de Alex Segura como columnista en La Grada llega con un título que ya marca el terreno: Territorio JJ Watt. Socio perico desde niño y residente en Estados Unidos desde hace una década, Segura, periodista de profesión, escribe desde la distancia pero con el mismo sentimiento de cuando acudía al estadio de pequeño.
En su primera columna relata cómo la llegada de JJ Watt a la propiedad del Espanyol ha cambiado la percepción del club, no solo en Cornellà, sino también al otro lado del Atlántico. Explica que por primera vez ha visto medios estadounidenses hablar del Espanyol, algo impensable hace unos años, y destaca el impacto de una figura que conecta con la afición de forma natural.
Para Segura, el contraste con la etapa anterior es evidente: de la frialdad y la lejanía se ha pasado a un escenario de ilusión y cercanía. Watt aporta una visibilidad que el club necesitaba: no se trata únicamente de fichajes o resultados, sino de recuperar la identidad, la comunidad y el orgullo de pertenencia que siempre han definido al espanyolismo.
Con este estreno, Segura aporta una mirada diferente, nacida de la experiencia de vivir el sentimiento perico desde miles de kilómetros, pero con la misma pasión intacta. Una voz que llega para sumar y recordar que el Espanyol también se construye desde lejos.
Territorio JJ Watt
Hay fichajes que no se hacen en el césped, sino en los despachos. Este verano el Espanyol ha sumado un socio inesperado: JJ Watt, mito de la NFL, que ha aterrizado en Cornellà con la misma energía que lo convirtió en ídolo en Houston.
Soy perico de cuna, socio número 4444, y desde hace una década vivo en Estados Unidos. Aquí sigo cada partido con la misma pasión con la que iba al estadio de pequeño y adolescente, aunque con la distancia de un océano de por medio. Da igual que toque madrugar a las tres de la mañana o que el partido caiga al mediodía. Lo que nunca pensé es que un día encendería la televisión estadounidense y escucharían hablar del Espanyol. Ni en mis mejores sueños. Y ahora, gracias a JJ Watt, esto ha pasado.
Su desembarco en la propiedad no es un simple movimiento financiero. Watt transmite entusiasmo, cercanía y orgullo por formar parte de esta historia. Su nombre ha puesto al Espanyol en el mapa mediático de este país. En California he visto medios hablar de nosotros, explicar quiénes somos y qué representamos. Para alguien que lleva tantos años defendiendo estos colores desde lejos, eso emociona de verdad.
La diferencia con la etapa anterior es clara. Con Chen Yansheng hubo dinero, pero faltó alma. El club parecía gestionado a miles de kilómetros, sin piel ni latido. Con Watt cambia la temperatura. Le hemos visto cantar en el estadio, mezclarse con la grada, tomar cervezas como uno más, mandar mensajes en catalán. Independientemente del porcentaje que tenga de acciones dentro delnuevo grupo inveros, transmite una pasión enorme. Y esa pasión engancha.
Watt no llega como un socio cualquiera. En la NFL fue ejemplo de entrega, un jugador que nunca se guardó nada. Fuera del campo levantó más de 40 millones para ayudar tras el huracán Harvey. Ese carácter es el que ahora aporta al Espanyol. No se trata solo de resultados deportivos, sino de reconstruir el orgullo de pertenecer, de volver a sentirnos una comunidad fuerte y respetada. Dentro y fuera de casa.
Por eso inauguro esta columna, Territorio JJ Watt, con gratitud y esperanza. Porque más allá de la clasificación, y más allá de la victoria apoteósica contra el Atleti con el golazo de Pere Milla que marcó el inicio de esta nueva era, el simple hecho de que aquí, en California, se hable del Espanyol gracias a él ya es un triunfo. Una victoria emocional que nos recuerda quiénes somos y lo lejos que podemos llegar si mantenemos intacta la pasión perica.
Alex Segura
