El principal enemigo del Espanyol este verano para acometer los necesarios refuerzos de su plantilla es el llamado ‘fair play’ económico de LaLiga EA Sports, es decir, los controles económicos a los que la competición somete a sus clubes profesionales. Tanto es así que el club blanquiazul, pese a las ventas realizadas el pasado verano, se halla más excedido que nunca en el control económico. Los dos descensos y las malas gestiones deportivas de las últimas temporadas, han hecho mella en la economía actual, donde pese a recuperar buena parte de los derechos televisivos gracias al retorno a Primera División, el Espanyol se halla ampliamente en negativo. Este hecho imposibilita que pueda aplicarse la regla 1:1, es decir, que si libera masa salarial al producirse una baja, no puede aplicar la misma en su totalidad en una nueva alta. Esta es una de las razones por las que Fran Garagarza, en su última comparecencia, dijo que el Espanyol no podía fichar jugadores como los que ya tenía, y que en caso de que alguno de estos saliese, su sustituto sería probablemente peor. Y es que el club perico no podría invertir la misma cantidad que ahora invierte en el sueldo de sus jugadores franquicia. Al estar excedido, tan solo podría dedicar el 60% o el 70 a lo sumo, de la ficha liberada.
Este hecho no debe sonar a extraño, pues ha sido una constante de los últimos veranos pericos. Pero esta vez es mucho peor. Recordemos que el Espanyol ya pasó de un límite salarial de 72 millones de euros en la 22/23 a solamente 10 en la 23/24, en la que el club compitió durante todo el curso ampliamente excedido, hecho que también ha tenido repercusión en el actual límite, ya que los excesos se acumulan de un curso a otro y el club perico ya lleva dos cursos consecutivos excedidos. La consecuencia es que el Espanyol solo pueda fichar jugadores libres y cedidos, ya que los traspasos computan en el límite juntamente con el sueldo. Actualmente, tras los fichajes de Álvaro Tejero y Carlos Romero, al club perico le queda apenas espacio para poder incorporar uno o a lo sumo dos jugadores, siempre dentro de los mencionados parámetros -es decir, libres o cedidos- y con fichas no demasiado elevadas. Y esto no cambiará, salvo que se produzcan salidas que liberen fichas o sucedan otras operaciones que relataremos a continuación.
¿Cómo se podría llegar a la regla 1:1?
La única manera que el club blanquiazul podría llegar a la regla 1:1 y dejar de estar excedido sería con la suma combinada de dos factores: una ampliación de capital más una gran venta. Solo entonces se podrían arreglar los números blanquiazules de cara a las férreas reglas del control económico de LaLiga. No está nada claro que ambos factores puedan darse -deberían además darse juntos, por separado no sería suficiente- puesto que si bien se habló recientemente de una ampliación, este tema todavía está discutiéndose en los despachos del club y de LaLiga, que trabajan coordinadamente. Tampoco una gran venta -la de Joan García, el principal atractivo deportivo de los blanquiazules- serviría para conseguir el equilibrio, ya que no liberaría una ficha alta -pese a su renovación, no es de las más elevadas de la plantilla- y el Espanyol, al estar excedido, no podría aplicar la totalidad de la venta a restar límite negativo, sino solo una fracción. Solo la acción combinada de los dos factores mencionados podría dar la vuelta a una situación que, ahora mismo, es el freno primordial de los pericos para reforzarse.