El Espanyol sigue encontrando piedras en el camino en su agotadora lucha por la permanencia. Por segunda vez en lo que va de temporada, un partido de los blanquiazules ha tenido que ser aplazado por culpa del tiempo en la Comunidad Valenciana. Si en noviembre fue el duelo contra el Valencia en Mestalla el que quedó en el aire, ahora le ha tocado el turno al Villarreal – Espanyol, que ha sido suspendido en una decisión que ha generado sorpresa y debate a partes iguales.
Lejos de lamentarse, el equipo de Manolo González debe pasar página rápido y centrarse en lo que viene. Con la reprogramación del partido de La Cerámica aún en el aire, todas las miradas se dirigen ya al duelo del lunes ante el Girona en el RCDE Stadium. No será un partido más: se trata de un choque de gran rivalidad y con mucho en juego para ambos equipos. El Espanyol sabe que necesita sumar y el respaldo de su afición será clave para afrontar una cita de máxima exigencia, ello a pesar que los de Míchel llegan a Cornellà-El Prat inmersos en una dinámica negativa de resultados.
Villarreal y Espanyol no se ponen de acuerdo
En La Grada Ràdio hemos hablado de cómo está el tema de la reprogramación del Villarreal – Espanyol. El club perico propone el día 2 de abril; de entrada el club groguet veía bien esta posibilidad, pero ha acabado decantándose por el fin de semana de Copa, el 27; el problema es que la entidad blanquiazul no quiere posponer tanto la celebración del encuentro. Como no hay acuerdo entre las entidades, si no hay entente acabaría decidiendo el Juez Único de Competición, el que el lunes tomó la decisión de aplazar el encuentro.
LaLiga esperó hasta el último momento
Siguiendo con este tema, continúan surgiendo detalles sobre una suspensión que dejó una imagen surrealista: un estadio lleno, un cielo nublado pero sin lluvia y un partido cancelado por una alerta que se mantuvo hasta el último instante. Según Relevo, LaLiga recibió la notificación de alerta por temporal a las 18:20 horas, pero mantuvo el horario del partido con la esperanza de que se levantara a última hora. La decisión dependía del Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat Valenciana, que no autorizó la disputa del encuentro. Sin embargo, lo que generó un gran malestar entre aficionados y clubes fue que apenas 10 minutos después de la suspensión, la alerta se rebajó a nivel amarillo, dejando aún más dudas sobre la gestión del caso.
Tanto Villarreal como Espanyol querían jugar, especialmente porque el aplazamiento les dejará con solo un partido en casi un mes debido al inminente parón de selecciones. “No podemos estar 30 días sin casi competir”, argumentaban desde los clubes. Incluso el presidente del Villarreal, Fernando Roig, no entendía por qué se permitió la llegada de aficionados si el partido finalmente no podía disputarse.
Según la versión oficial recogida por Relevo, LaLiga y la RFEF no podían autorizar el encuentro sin el visto bueno de Emergencias. Aun así, la incertidumbre hasta el último momento ha generado un fuerte enfado en ambas entidades.
Sin restricciones para la afición del Girona en el RCDE Stadium
En nuestro espacio también hemos explicado que la afición del Girona, contrariamente a lo esperado, no ha agotado el lote de 328 entradas cedidas para ocupar la zona visitante para el partido del lunes próximo en el RCDE Stadium. El partido no ha sido declarado de alto riesgo, con lo que no se aplicará ningún dispositivo especial con los otros desplazados desde el Girona que deseen presenciar en vivo el encuentro, con lo que podrán ocupar cualquier zona del estadio y no se les impedirá vestir prendas identificativas con los colores blanc-i-vermells, a diferencia de lo que sucedió en el encuentro de la primera vuelta, y que provocó incidentes tan desagradables como el que afectó al pequeño Gorka, un niño perico al que se le obligó a despojarse de su camiseta para ingresar en Montilivi.
Tiempo de tertulia
En el tiempo de tertulia, hemos contado con la presencia en los estudios de RCE de Paco López, Àlex Noguera, Jan Carrillo y Víctor Maymó. Mayoritariamente han coincidido en aplaudir la medida de no responder con la misma moneda al Girona destacando Maymó que “darle una bofetada emocional es no comportarse a su nivel”. El pero lo ponía Paco López: “Partiendo de la base en que me niego a que el Girona sea nuestro rival, éste es el Barça, tengo la sensación de que ellos provocan, y si ganan y alguno de sus aficionados hace algo y respondemos, la malparada será la afición del Espanyol. Nos tienen ganas todos, por eso tengo dudas
