Silencioso, pero efectivo. Sin hacer ruido, sin titulares rimbombantes, ni filtraciones. Mientras en el RCD Espanyol se sigue hablando de finales, permanencia y milagros, Fran Garagarza ya lleva semanas trabajando como si el mercado estival estuviera a la vuelta de la esquina. Y lo cierto es que, a falta de confirmaciones oficiales, el director deportivo perico ya tendría encarrilados tres fichajes para la temporada que viene. Todos del mismo perfil. Jóvenes, con hambre, que destacan en categorías inferiores y que acaban contrato. Vamos, que encajan como anillo al dedo en la realidad actual del club: mucha maginación y poco dinero.
Porque, por si alguien lo había olvidado, este verano tocará pasar la escoba en la plantilla. Solo 11 jugadores del primer equipo tienen su futuro garantizado más allá del 30 de junio. El resto, entre cesiones, final de contrato y posibles ventas, dejan un solar sobre el que construir desde cero. Y ahí, Garagarza parece tener claro cómo se empieza.
Miguel Rubio y Marcos Fernández, atados (aunque nadie lo diga muy alto)
Los dos primeros nombres en esa hoja de ruta ya estarían cerrados. Miguel Rubio, central del Granada, es uno. Potente por arriba, con experiencia en Primera y Segunda, y que esta temporada ha jugado más de lo que muchos esperaban. No renueva, no quiere seguir y ya habría dado el “sí” a vestir de blanquiazul.

El otro es Marcos Fernández, delantero del filial del Betis, que lleva semanas marcando diferencias en el grupo 4 de Segunda RFEF. Tiene 21 años, mucha proyección y el típico olfato de gol que llama la atención aunque juegues en campos de césped artificial. “Está hecho”, dicen desde Sevilla. Aunque en el Espanyol, como de costumbre, nadie suelta prenda.

El siguiente sería Salinas… y aquí sí hay ruido
El último nombre que ha salido a la luz es el de José Salinas, lateral izquierdo del Elche. Otro que acaba contrato en junio y que ha firmado una temporada muy seria: dos goles, tres asistencias y una regularidad que ya quisieran muchos. El diario AS soltó la liebre hace unos días y poco después nuestro colaborados Matteo Moretto fue más allá: “Hay acuerdo verbal”, escribió en redes. En este caso, no parece que sea solo humo.
Acuerdo verbal entre José Salinas y el Espanyol de cara a la próxima temporada.https://t.co/E8T6QzuTw0
— Matteo Moretto (@MatteMoretto) April 10, 2025
Salinas, que tiene 24 años y más de 90 partidos en Segunda, encajaría como recambio perfecto para Carlos Romero y también como plan B a un Brian Oliván que sigue sin acercarse a esa renovación automática que depende de jugar siete de los ocho partidos que quedan (no parece que vaya a llegar nunca, la verdad).

Todos con el mismo patrón: gratis, jóvenes y con hambre
El plan Garagarza sigue una línea clara. Todos los fichajes comparten perfil: terminan contrato, destacan en categorías inferiores, tienen margen de mejora y llegan sin coste. No es casualidad, es pura necesidad. Y, al mismo tiempo, también una declaración de intenciones: que el Espanyol principalmente no tiene que fichar nombres, sino futuro. Proyección. Gente con ganas de comerse el mundo, no de apurar su última etapa en activo.
Y ojo, que no se queda aquí, ya que hay más operaciones en marcha que siguen esta misma línea. Pero como siempre con Garagarza, hasta que no lo veamos firmando, mejor no dar nada por cerrado. Lo que sí está claro es que, mientras otros se centran en el presente, él ya está moldeando el futuro. Porque por mucho que duela, el verano va a ser especialmente movido. Y Garagarza no quiere que le pille en chanclas.
