La derrota del Espanyol en Las Palmas, que condena al equipo a pasar las Navidades en puestos de descenso, ha desatado un torrente de emociones en el entorno perico. Francesc Vía, director de La Grada Online, ha compartido una sentida reflexión que sintetiza el pesar y e invoca a la resiliencia de una afición acostumbrada desde hace casi una década a navegar en mares turbulentos.
“Entiendo si estáis hechos una mierda. Es un lunes después de una derrota, de otra derrota”, inicia Via, empatizando con el ánimo hundido de los seguidores tras una nueva decepción. A pesar de ello, ofrece un mensaje de esperanza teñido eso sí de incertidumbre: “De todo se sale, algún día saldremos de ésta. No sé si estamos al principio, en medio o casi al final del túnel, pero algún día esta pesadilla llamada Rastar se acabará y empezará una nueva etapa para el Espanyol. Pero no sé cuándo será, ni cantidad de penalidad y miseria nos queda por tragar”.
El análisis del partido de ayer, el último del 2024, refleja una cruda realidad que los pericos han visto repetirse en su equipo y en otros que han descendido: “Volvemos a ver la radiografía perfecta de un equipo que se va a Segunda división. Seguramente no merecimos perder, hicimos un partido más sólido que otras veces fuera de casa, pero amigo, no tienes gol. Si no marcas en Primera, seguro que en un momento u otro te lo harán, y así fue”.
Via señala también aspectos individuales que reflejan el momento del equipo: “Joan García lleva algunos partidos que no está del todo fino, y es normal; al final, los malos momentos se contagian y afectan a todos los jugadores”. Sin embargo, encuentra un oasis en medio del caos: “Fue un aliento de aire fresco ver a Edu Expósito. Como ha estado centrado en su recuperación, no está contaminado por todo el desastre”.
El periodista también lanza una mirada crítica hacia el entrenador, Manolo González, quien no ocultó su frustración: “Vi a Manolo muy enfadado, dirigió sus iras contra el arbitraje y la falta de representatividad del club, que seguramente tiene toda la razón. Pero creo que su enfado va en otro sentido, por algo más profundo que no puede decir: con esta plantilla es imposible. Con estos jugadores puedes hacer todos los planos que quieras, pero al final acaban cayendo por un error individual o por no aprovechar los fallos de
La reflexión cierra con un mensaje cargado de fe y resistencia, apelando al espíritu perico para afrontar lo que queda de temporada: “Algún día se acabará esta mierda, algún día será un recuerdo la gente que nos gobierna y el Espanyol volverá a ser el club que es y que circunstancialmente ha dejado de ser. Espero que este día no tarde en llegar. Hasta entonces, hay que ser fuertes, resistentes. Hay que intentar cargar las pilas estas Fiestas porque quedan meses muy complicados. Si las cosas no cambian, el desenlace será muy doloroso y acabará con el tercer descenso de la maldita era Chen Yansheng“.
Via concluye con un rayo de esperanza que se nutre más del corazón que de la lógica: “Aunque todos pensamos en nuestro interior que hay una luz de esperanza que tiene que ver mucho con la fe y poco con la realidad, esperemos que saquemos fuerzas de no se sabe dónde para evitar este desastre. No cuento con lo que haga la propiedad ni la gente que gobierna el club, que o no saben o no quieren, pero pienso que la camiseta del Espanyol y su afición tienen algo mágico que tal vez nos dé una oportunidad de librarnos del desastre”.