En la sección de La Opinión del Día de La Grada Ràdio, este martes ha hablado uno de los nuestros, de los que sienten los colores: Jan Carrillo. Y lo ha hecho con esa mezcla de alegría contenida y prudencia que tanto representa a la afición del Espanyol en estos días de esperanza pero también de nervios.
“Qué alegría mirar a la clasificación y vernos con 35 puntazos, ¿quién lo iba a decir?”
Eso ha soltado Jan nada más empezar, y no le falta razón. Hace nada estábamos mirando al abismo, con la calculadora en la mano y el corazón en un puño. Pero ahora, con esos 35 puntos que suenan a gloria, se empieza a ver la luz al final del túnel.
“Yo era el primero que dudaba por lo que había visto hasta ahora fuera de casa”
Eso confesaba Jan Carrillo. Porque sí, seamos sinceros, los partidos lejos de Cornellà eran una tortura china. Pero algo ha cambiado.
Lo explicaba así, sin adornos pero con mucha lógica
“Tal vez el equipo haya ido encontrando el plan de partido, haya ido creyendo más en lo que le proponía Manolo”
Y es que Manolo González, con su discurso de pico y pala, ha conseguido algo que parecía imposible: que el Espanyol dé la cara fuera de casa, en los momentos más complicados, cuando ya nadie daba un duro por esta plantilla.
“Sólo queda felicitar a Manolo y al equipo”
Insistía Jan, valorando el paso adelante de un grupo que, por fin, empieza a parecerse al que todos soñábamos en agosto.
Ahora bien, que nadie se despiste, que esto no está ni mucho menos hecho:
“Dependemos de un par de victorias, pero hemos de aprovechar esta inercia para sacar tres puntos en casa este viernes ante un rival difícil, el Getafe”
Y ojo con los azulones, que como bien apuntó Carrillo:
“De los últimos siete partidos han ganado seis, es el mejor visitante de la categoría desde la jornada 19”.
Vamos, que va a tocar sudar.
Jan, con esa naturalidad que tanto conecta con la afición, también nos ha dejado una reflexión táctica interesante.
“Ante el Getafe habremos de ver un Espanyol más propositivo probablemente, que repasando los últimos partidos hace tiempo que no vemos, desde el partido del Valladolid en casa”.
Tiene razón. En las últimas jornadas el equipo ha sido más reactivo que proactivo, más de esperar que de mandar. Pero el viernes en casa, con la grada empujando, puede ser el momento ideal para volver a ese Espanyol valiente que vimos en los primeros tramos de la temporada.
Y la conclusión no podía ser más clara, ni más perica:
“Que Cornellà sea una fiesta y a intentar sacar los tres puntos”.
Porque sí, la permanencia no está cerrada, pero está más cerca que nunca. Y ahora que parece que este grupo ha encontrado su sitio y su plan, toca que la afición haga el resto. Fiesta, empuje y alma blanquiazul. Lo que nunca nos ha faltado.