Hay equipos que, independientemente de las bondades de su propuesta o sus individualidades, tienen ciertos puntos débiles que los rivales pueden explotar. Y el Girona 2024-25 tiene uno muy claro: si encaja primero, se le apagan las luces. Un dato revelador que Manolo González y los suyos deben tener muy presente de cara al duelo del lunes en el RCDE Stadium. Lo dicen los precedentes al largo de este curso: si el Espanyol golpea primero, tendrá gran parte del trabajo hecho.
Los números no mienten. Hasta seis equipos en LaLiga, en la Primera división, aún no han sido capaces de remontar un partido en lo que llevamos de esta temporada tras empezar perdiendo, es decir, por debajo en el marcador. Y entre ellos, sorprendentemente, está el Girona de Míchel. A pesar de haber firmado una campaña histórica en 2023-24, donde igualó el registro del Real Madrid 2016-17 ganando siete de los 14 encuentros en los que empezó por detrás, este curso la historia es muy diferente. De los 11 partidos de Liga y seis de Champions en los que los gironins han encajado el primer gol, en nueve acabaron derrotados y solo en dos pudieron rescatar un empate. Nunca hasta el momento han sido capaces de darle la vuelta a un marcador en contra para llevarse los tres puntos en juego. Así lo desgrana Diari de Girona: el 2-2 en el campo del Villarreal y el empate en el Benito Villamarín en la primera jornada de Liga (1-1) han sido las únicas veces que los de Míchel han logrado rascar algo cuando han empezado perdiendo. En LaLiga, lo demás han sido derrotas tras encajar un gol en contra: Atlético (3-0), Barça (1-4), Valencia (2-0), Real Sociedad (0-1), Las Palmas (1-0), Madrid (0-3), Athletic (3-0), Getafe (1-2) y Madrid (2-0); y seis veces más en Champions PSG (1-0), PSV (4-0), Sturm Graz (1-0), Liverpool (0-1), Milan (1-0) y Arsenal (1-2). En las diecisiete ocasiones en las que el Girona ha empezado perdiendo un partido, nunca ha logrado ganar.
Para el Espanyol, esta tendencia debe ser una hoja de ruta clara. Si los blanquiazules consiguen adelantarse en el marcador, obligarán al Girona a remar a contracorriente, un terreno en el que, este año, no se sienten nada cómodos. Si el Espanyol golpea primero y con un RCDE Stadium apretando, el nerviosismo del conjunto blanc-i-vermell podría jugar a su favor. Manolo González tiene la fórmula: empezar ganando y dejar que las dudas hagan el resto.
