Justo en una semana, el Espanyol vivirá una jornada que marcará historia. Será el martes 25 de noviembre a las 12:00h, en el RCDE Stadium, cuando se celebre la esperada Junta General de Accionistas que certificará oficialmente el traspaso de poderes y pondrá fin a la era Rastar… al menos como protagonista destacado. Alan Pace, máximo accionista del club a través de Velocity, tomará ya las riendas con todas las letras y dará a conocer la composición de su nuevo Consejo de Administración.
Continuismo como hoja de ruta: sin revoluciones a la vista
Pese a las expectativas que generó la llegada de Pace, la afición blanquiazul no ha visto aún grandes cambios visibles en lo institucional. Una estrategia que no es casual. El presidente estadounidense ha optado por lo que él puede considerarse como una “revolución tranquila”, o mejor dicho, una evolución calculada paso a paso. Eso explica que Mao Ye siga siendo CEO del club, algo que genera división entre quienes lo ven como símbolo de la etapa Rastar y quienes valoran su experiencia operativa.
También se mantendrá en el consejo según avanzaba ayer Quique Iglesias en Esports COPE una figura histórica como Rafa Marañón, y el bufete Rousaud Costas Duran -vinculado al club desde la llegada de Chen- continuará asesorando jurídicamente, pese a que Pace trabaja también con Clifford Chance.
Secretismo en la Junta: sin imágenes en directo para los no accionistas
Uno de los aspectos que más ha sorprendido es el secretismo con el que se plantea la Junta. No habrá retransmisión en directo ni posibilidad de seguir el evento para quienes no sean accionistas o periodistas, ni tampoco está previsto al menos de momento que ni Alan Pace ni Mao Ye comparezcan en rueda de prensa posterior. Una decisión que recuerda más al pasado que al nuevo tiempo que se quiere abrir, y que muchos consideran un último coletazo del estilo Rastar. La APMAE, por su parte, celebrará una reunión previa para cerrar su postura ante la Junta, en la que espera conocer, por fin, la hoja de ruta del nuevo Espanyol.
Los nombres fuertes del nuevo consejo: Pace, Dávila y Spiby
Aunque habrá votaciones y cambios formales en el orden del día, no se esperan revoluciones. Antonio Dávila, mano derecha de Pace, está llamado a ejercer un papel destacado, igual que Bradley Spiby, nexo directo con ALK Capital. Ambos están ya plenamente integrados en la dinámica del club. El resto del Consejo se conocerá en la misma Junta, cuya convocatoria aún firmó Chen Yansheng, en una carta de despedida que quiso ser cordial: “Estoy convencido de que la llegada del Grupo Velocity será sinónimo de prosperidad”, escribía el ex presidente chino.
Qué se votará: nuevo consejo, presidente, cuentas y modelo de gestión
Entre los puntos clave del orden del día está la modificación del artículo 24º de los estatutos para eliminar la exigencia de ser accionista para entrar en el Consejo, la elección del nuevo presidente (que será Alan Pace) y la aprobación de las cuentas anuales, tanto individuales como consolidadas. También se revisará la gestión del último año fiscal, el estado de información no financiera y se decidirá sobre la reelección del auditor. Una Junta que se podrá seguir presencialmente en Cornellà o de forma telemática a través de la plataforma habilitada por el club.
La APMAE radiografía la herencia de Rastar
En este contexto, Carlos Bosch, presidente de la APMAE, nos detallaba ayer en La Grada Ràdio un informe bastante clarificador sobre los números de la etapa Rastar. Las conclusiones no dejan lugar a dudas: el modelo de negocio de Rastar ha sido insostenible a medio plazo. Según sus cifras, el resultado operativo real en 2025 fue de -23,4 millones de euros, que se maquilló con la venta de Joan García al Barça (+26,4 M€). En total, las pérdidas operativas acumuladas entre 2021 y 2024 ascienden a -89,7 millones de euros. Todo ello en un club que depende en más del 60 % de los derechos de televisión para generar ingresos, y que en 2024-25 recortó hasta un 40 % su gasto deportivo.
Retos de futuro: diversificar ingresos y profesionalizar áreas
Para la APMAE, el gran desafío de Pace es claro: diversificar las fuentes de ingreso. El informe apunta a varios caminos: explotar el naming rights del estadio, lanzar una política de taquillaje ambiciosa, potenciar el merchandising y convertir la experiencia de partido en un activo económico real. El Espanyol necesita reinventarse para no repetir errores del pasado. La Junta del 25 de noviembre puede ser el primer paso. Pero la afición quiere ver hechos, no solo palabras.



