El RCD Espanyol ha logrado cerrar su regreso a Primera división con un resultado que, visto en perspectiva, supera con creces lo que muchos temían hasta hace apenas unos días. El equipo blanquiazul ha finalizado la temporada 2024-25 en una meritoria 14ª posición en la clasificación de LaLiga EA Sports, pese a haber llegado a la última jornada en plena batalla por la permanencia y con opciones reales de descenso.
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Clasificación
Con 42 puntos sumados, el conjunto dirigido por Manolo González ha culminado una campaña durísima, marcada por la irregularidad y por una tensión que se alargó hasta el último minuto. El triunfo por 2-0 ante la UD Las Palmas, con goles de Javi Puado —desde el punto de penalti— y Pere Milla, fue decisivo para asegurar la continuidad en la máxima categoría. Sin esa victoria, el Espanyol habría caído al 18º puesto y, con ello, al descenso. Así de ajustado fue todo.
El desenlace, sin embargo, fue favorable y permitió al Espanyol escalar hasta la 14ª plaza, superando en el sprint final a rivales como Girona, Sevilla y Alavés. Este último quedó igualado a puntos, pero con un coeficiente goleador particular inferior al de los pericos, lo que ha resultado determinante. Solo el Getafe, también con 42 puntos, ha terminado por encima gracias a un mejor balance general.
Cabe destacar que esta posición final no refleja el sufrimiento real vivido durante todo el curso. El equipo ha estado en muchas fases de la temporada en posiciones comprometidas, llegando incluso a coquetear con el descenso durante la jornada final. El nivel de exigencia emocional ha sido altísimo, tanto para los jugadores como para una afición que, una vez más, ha demostrado su compromiso inquebrantable.
En lo numérico, los 42 puntos del Espanyol quedan a solo cuatro de equipos como Valencia y Real Sociedad, lo que da una idea de la igualdad vivida en la parte media-baja de la tabla. Una Liga en la que pequeños detalles han marcado grandes diferencias.
Este cierre de campaña, más allá del alivio inmediato por la permanencia, deja al club en disposición de planificar con margen el curso 2025-26. El objetivo, ahora sí, debería pasar por construir un proyecto más sólido, sin tantos sobresaltos, y que permitiese al Espanyol volver a situarse en la zona tranquila de la tabla de forma estable. Porque haber evitado el descenso es importante, pero consolidarse en Primera debe ser, a partir de hoy, una obligación para unos dirigentes que deberían ser conscientes del riesgo de su apuesta de inversión cero.