En la antesala de uno de los encuentros más determinantes en la historia reciente del RCD Espanyol, el colaborador de La Grada, Juan José Caseiro, ha plasmado con brillantez su visión de lo que está en juego este sábado frente a la UD Las Palmas. Lo ha hecho a través de un texto titulado Motivos de Primera, que no es simplemente un artículo, sino una pieza de hondo calado emocional, casi litúrgica, en la que repasa 125 años de historia blanquiazul para recordar por qué este club merece seguir en la élite del fútbol español.
Con una prosa rica, vibrante y cargada de referencias históricas, Caseiro construye un relato que combina el orgullo por las raíces del Espanyol con un recorrido sentimental por episodios, jugadores y símbolos que han forjado la identidad de la entidad. “¿Y por qué debemos mantenernos en Primera división?”, se pregunta, para inmediatamente responder con una cascada de razones que abarcan desde la fundación universitaria hasta las gestas más recientes, pasando por nombres que son memoria viva del espanyolismo.
Juan Caseiro firma en 'La Grada' un alegato imprescindible: “Motivos de Primera”
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— LA GRADA (@lagradaonline) May 23, 2025
El texto es, en esencia, una defensa emocional de la permanencia, sustentada no en cifras ni análisis técnicos, sino en la dimensión simbólica, social y cultural que representa el Espanyol para miles de personas. Caseiro logra lo más difícil: sintetizar en palabras el sentimiento colectivo de una afición que ha vivido momentos de gloria y episodios de profundo dolor, y que aun así continúa firme, orgullosa y comprometida.
También hay espacio para la crítica, para el recuerdo de agravios pasados, y para la reivindicación de los valores que el club ha promovido fuera del terreno de juego, como la solidaridad, el compromiso social y la inclusión.
El cierre del artículo es, directamente, una apelación al alma perica. A su capacidad de resistir. A su dignidad. A su historia. “Glòria als herois, es el himno que te canto, sin dejarte de la mano, levanta el ánimo por un amor heredado, que con el sol se alcen las banderas el día más importante del año”, escribe, antes de terminar con una frase que sintetiza todo el espíritu del texto: “Blanquiazul hasta morir, a la grada i a la gespa, l’Espanyol ens ha unit”.
En un momento en que la permanencia se juega en 90 minutos, Caseiro recuerda que hay motivos de sobra para creer. Y que, pase lo que pase, el Espanyol ya es —y seguirá siendo— un club de Primera.
Motivos de Primera
¿Y por qué debemos mantenernos en Primera división? Por 125 años de historia con los colores del blasón, por la Universidad de Barcelona, origen y fundación, del anfiteatro de hormigón del viejo Sarria a los palcos VIP de Cornellà, ganar nos da la vida con la napia de Idígoras. De Segunda quiero el penalti de N’kono contra el Sestao y el doblete de Puado, al Oviedo. Si us parla la policia, tenemos a Joan García.
Por mil derrotas y mil victorias, lágrimas de alegría, por remar en el barro y aquella tarde en la Embajada China. Por Pitus Prat, Caszeli, Longhi, Jeremías, Fàbregas el Pirata, Escalza, Mendiono, Helguera y el Monito Vargas. Por Cobos, Milosevic, Riera, todos los delfines y la Copa de la Reina.
Por el gol a Velamezán anulado, las rodillas de Mattioni, la miseria de Màrius Carol, por las víctimas de un atropello que muchos habían avisado. Por el honor de Daniela Caracas, la garra charrúa de Iván Alonso y Cabrera, uruguashos, un gol de Javi Fuego y por Javi López, siempre entregado. La rabona de Calero, la leyenda de Canito celebrando de contrario, Esnaider, Colotto, Braithwaite, Král, las camisetas de Biurrún, La Massana y la de Mario Casas, actor y buen chaval.
Por las faltas de Lauridsen cambiando de pierna, golazo de Víctor Sánchez, voltereta de Uche y espuela de Benítez en Mérida. Por Diego Orejuela desde el cielo y por esquivar un puñetazo, ese fue Julián Riera. Por el bombo del Padre Dámaso, los libros de Beltrán y José Sánchez, escritores de primera.
Por los castigos afrontados, el ojonalti de Romaric, el periodismo esclavizado y unos descensos que nos angustiaron. La etiqueta de lo de Williams y los tres penaltis de Mallorca, récord del año. Por la solidaridad que nunca ha faltado, escuelas por el mundo, visitas a hospitales, los perritos saltan al campo, recogida de material por la DANA y el calendario de la escuela Guimbarda. Que la foto de la permanencia sea su próxima portada.
Por Thor, boxeador con la blanquiazul en el escenario. Porque si nos cortan las alas con los cojones volamos. Lo de este año en Vallecas y Balaídos nos trae vivos al sábado, Romero contra Mbappé y el eslogan de Rufete, ganamos y nos vamos.
El in extremis de Baptistao, la entrega de Omar, la celebración de Milla y los bailes de Olmeta. Por la zancadilla de Pol al míster hace un año, por la carita de Gorka, el niño de Girona, que fue señalado por llevar los mismos colores que en la mochila usaba otro joven seguidor en territorio valenciano. Duele tanto que como dijo Manolo, a tomar por culo y tema zanjado.
Y acabo: que suene la música, La potra salvaje, el Sarà perché ti amo, déjate la garganta, todos juntos y apretados, ‘tants anys patin-te i l’Espanyol sempre torna’ en la voz de un Edu de Batlle emocionado. Otra vez el partido más importante de la historia para llegar a casa desgastado. Desde la puerta 21, capitán, a ti nos encomendamos.
Glòria als herois, es el himno que te canto, sin dejarte de la mano, levanta el ánimo por un amor heredado, que con el sol se alcen las banderas el día más importante del año. Blanquiazul hasta morir, a la grada i a la gespa, l’Espanyol ens ha unit.