A un día de que el Espanyol se juegue la vida —porque eso es lo que hay en juego este sábado ante la UD Las Palmas—, La Grada Ràdio ha vuelto a ser el punto de encuentro donde se mezclan la pasión, la preocupación, la rabia contenida y, por qué no decirlo, una fe que se mantiene firme.
Tras una temporada de mucho sufrimiento y pocas alegrías y una semana que se nos ha hecho eterna a todos los espanyolistas, en esta previa se ha hablado de lo futbolístico, pero también de lo emocional. Porque el partido de este sábado no es solo una final por la permanencia. Es una batalla por nuestra dignidad, por nuestra historia, por no dejar que se nos arrastre a Segunda otra vez como ya ha pasado dos veces en estos últimos años.
El Espanyol no puede fallar en este partido, aprovechando un factor que es clave: seguimos dependiendo de nosotros mismos, lo que dadas las circunstancias es casi un milagro. Con el reloj apurando las últimas horas antes de esta finalísima, se han puesto sobre la mesa todos los elementos que deben convertir la de mañana en una jornada si no de celebración, ya que una entidad como la nuestra no debería festejar la permanencia como si se tratase de un título -hasta aquí nos ha llevado esta fase terminal de la era Rastar-, sí de alivio colectivo.
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— LA GRADA (@lagradaonline) May 23, 2025
Manolo González, al que le ha tocado vivir dos partidos tan importantes como el del play-off de ascenso la pasada temporada y el de mañana, en que se juega la permanencia, hablará esta tarde a las cuatro de la tarde; quien sí ha comparecido ha sido el técnico de la UD Las Palmas, Diego Martínez, que en un tono entre apagado y conformado ha insistido que viajan a Barcelona con el objetivo de ganar -“Es el último partido de la temporada y como profesionales queremos ganar por respeto a la competición, rivales y por nosotros mismos. Hasta el último día tenemos que competir al máximo”.
Joan Vall Clara y el enésimo intento de retratar al Espanyol como un extraño en su propia tierra
Esta semana, el director de El Punt Avui, Joan Vall Clara, ha traspasado una línea que nunca debió cruzarse. En su columna El Voraviu, ha expresado abiertamente su deseo de que el Espanyol descienda a Segunda división y, lo que es aún más grave, ha utilizado argumentos de carácter político para justificarlo. «No me pongo las manos en la cabeza porque vuelva a bajar un equipo domiciliado en Catalunya», escribió, en una fórmula deliberadamente despectiva que niega la legitimidad del club dentro del contexto catalán.
Estas palabras, procedentes de una figura con amplia trayectoria en el periodismo catalán, no pueden ni deben normalizarse. Tal como apuntó Francesc Via en La Grada Ràdio, resulta paradójico que se cuestione la catalanidad del Espanyol mientras se exalta a otros clubes con orígenes extranjeros. Es una vieja narrativa, alimentada desde ciertos sectores, que busca excluir al Espanyol del tejido deportivo y social de Catalunya.
El RCD Espanyol es un club centenario, con profunda vinculación a Barcelona y a su entorno. Merece respeto, no desprecio. Y aún más, merece que quienes tienen responsabilidades editoriales contribuyan a la convivencia, no a la división.
Luis Quintana, en La Grada Ràdio: “Veo un equipo muerto que ya no lucha por nada”
El periodista Luis Quintana, de SER Las Palmas, se pasó por el programa para dejar claro que el ambiente en el equipo amarillo está más cerca de una desbandada general que de una gesta final.
Y no se anduvo con rodeos a la hora de hablar de la comparecencia ante los medios del técnico pío-pío. “A Diego Martínez se le ha visto cabizbajo, triste, apático por momentos, veo un equipo muerto que ya no lucha por nada”. Quintana, que sigue de cerca el día a día de la UD, pintó un cuadro poco esperanzador para los suyos: bajas por todas partes, desmotivación y una plantilla que ya está pensando en lo que viene… lejos de Gran Canaria.
Para el Espanyol, esta descripción no es tranquilizante, por mucho que parezca lo contrario. Porque cuando enfrente tienes a un equipo sin nada que perder, con chicos del filial con ganas de hacerse ver y sin la presión del resultado, el partido se convierte en una trampa. Aunque, según Quintana, ni siquiera eso parece suficiente para inquietar demasiado. “Más allá del miedo al descenso, honestamente por la sensación que hay aquí, la apatía de la gente, Las Palmas no tiene razones deportivas para sacar algo del RCDE Stadium más allá de que esto es fútbol. Veo un equipo absolutamente muerto”.
Preguntado por la figura de Diego Martínez, Quintana no se mordió la lengua: “Es la sobriedad hecha entrenador; ha tenido muy mala relación con la prensa, ha habido desplantes por su parte, nos ha intentado en ocasiones tomar por estúpidos”. Una crítica directa al estilo del míster, al que acusa de echar balones fuera: “Es una persona con mucho ego, recalca que es el primer responsable pero luego busca todo tipo de excusas para poner la responsabilidad en los jugadores. Va a dejar un recuerdo de absoluta intrascendencia y de algunos desplantes”. Además, su juego ha dejado un pésimo sabor de boca entre una afición la amarilla a la que gusta otra fórmula muy diferente.
Y por si todo esto fuera poco entre 14 o 15 jugadores van a irse del equipo. Un vestuario en descomposición que, según Quintana, ya tiene la cabeza en otros destinos.
En resumen: el Espanyol se la juega ante un equipo desmotivado pero que podría rebelarse por orgullo o por escaparate. En el fútbol, ya sabemos, nada está escrito. Pero lo que sí parece claro tras escuchar a Quintana es que Las Palmas llega con las maletas hechas… y la mente en otra parte.
Sebas Herrera, desde Las Palmas: “El Espanyol se queda en Primera, pero no será fácil”
Como ya es costumbre cada vez que llega una cita para el Espanyol, Sebas Herrera ha vuelto a poner voz —y análisis— a la previa del partido en La Grada Ràdio. Y no es una previa cualquiera: es la última jornada de Liga, una final para los blanquiazules, que se juegan la vida en Primera ante una UD Las Palmas ya descendida, pero con cuentas pendientes.
Sebas lo tiene claro desde el principio: “Veo mucho nerviosismo en la afición perica”. Y lo dice con conocimiento de causa, porque conoce bien los dos bandos: el Espanyol, por años de seguimiento y pasión, y Las Palmas, porque vive allí desde hace tiempo. “Conozco bien a los dos equipos y la mentalidad de ambas aficiones: optimismo, el Espanyol va a ganar el partido y se quedará en Primera, pero no será fácil”.
De hecho, para Herrera, el gran interrogante no está tanto en lo que hará el Espanyol, sino en la versión que ofrecerán los canarios. Y ahí entra en escena Diego Martínez, viejo conocido en Cornellà. “Está Diego Martínez, cuyo paso por la Unión no ha entendido nadie, no se quiere un fútbol de estar encerrados y salir a la contra, que haya sido un equipo reactivo a la espera de la propuesta del filial”. Una crítica clara a un estilo que no ha calado entre los suyos.
Herrera apuntó que ante el Athletic se vio una versión más coherente del equipo canario, más reconocible, más asociativa, “y además, tienen jugadores para ello”. Pero también dejó claro que sin Fábio Silva, las opciones ofensivas se resienten mucho. “Los últimos partidos el que se ha puesto al equipo a sus espaldas ha sido Moleiro, es el jugador más determinante que tienen”.
Sobre el planteamiento, fue directo: “Diego Martínez no ha ubicado bien la línea de ataque en los últimos partidos, como juegan pierden recursos en ataque”. Y eso se notó especialmente ante el Leganés: “Fue un partido exento de intensidad por ambos equipos, acumulan mucha gente por delante del balón pero son posesiones estériles, sin un fin”. Aun así, advirtió: “Pese a todo hay un dato en que son superiores al Espanyol, juegue como juegue tiene más ocasiones que los blanquiazules”.
Eso sí, el guion del partido no va a depender tanto del pizarrón como del corazón. “Las Palmas está descendido, no sé con qué grado de motivación llegarán los jugadores, pero sí Diego Martínez. Salió como salió del Espanyol y tiene su orgullo, querrá ganar. No sé si reservó hombres importantes para jugar mañana. Pero un profesional ha de serlo hasta el final y dar la cara aunque no te juegues nada”.
Pese a ese toque de incertidumbre, Sebas lo dejó bien claro en su conclusión: “Estoy seguro que el Espanyol se queda en Primera”.
Y para lograrlo, dejó las claves bien marcadas: “El Espanyol ha de salir al partido como siempre, juntos y a defender en bloque medio y bajo cuando tenga la pelota el rival, y después aprovechar el espacio que deja Las Palmas para hacer daño. Lo más débil de los canarios es la línea defensiva”.
No hay mucho más que decir. El análisis está hecho. Ahora solo queda lo más difícil: jugar y ganar.