El RCD Espanyol ha dejado de ser un espectador más en el mercado de fichajes para convertirse, con datos en la mano, en el auténtico protagonista del verano futbolístico español. Bajo la dirección deportiva de Fran Garagarza, el club blanquiazul ha sido el equipo que más incorporaciones ha cerrado no solo en LaLiga, sino también en comparación con gran parte de los clubes más activos del panorama europeo. Una planificación quirúrgica, ejecutada con antelación y con una idea clara: dotar cuanto antes a Manolo González de una plantilla competitiva y solvente.

Cuando todavía no ha finalizado el mes de junio —y sin que se haya abierto oficialmente la ventana de traspasos el 1 de julio— el Espanyol ya ha cerrado ocho incorporaciones: Hugo Pérez (Villarreal B), Marcos Fernández (Betis), Miguel Rubio (Granada), Marko Dmitrović (Leganés), Kike García (Alavés), José Salinas (Elche), Carlos Romero (cedido por el Villarreal) y Roberto Fernández (Sporting de Braga), este último con una inversión de 6,2 millones de euros por el 50% de sus derechos. A esta lista se sumará en los próximos días Ramón Terrats, cuyo fichaje ya está ultimado y será oficial a principios de la semana entrante.

Este volumen de operaciones sitúa al Espanyol como líder absoluto en número de refuerzos de todo el campeonato español. El segundo equipo en esta particular clasificación es el Celta de Vigo, con tres incorporaciones confirmadas: Andrei Radu (libre tras su paso por el Venezia), Ilaix Moriba (6 millones al RB Leipzig) y Ferran Jutglà (5,5 millones al Club Brujas). Además, los gallegos están cerca de cerrar la cesión de Bryan Zaragoza, procedente del Bayern de Múnich. Otros equipos, como el Real Madrid, han movido ficha en el mercado con operaciones de calado internacional. El conjunto blanco, con vistas al estreno de Xabi Alonso como técnico en el Mundial de Clubes, ha acelerado por jugadores como Dean Huijsen (Bournemouth), Trent Alexander-Arnold (Liverpool) y Franco Mastantuono (River Plate), aunque en volumen sigue por debajo del club perico.

Por detrás, el resto de clubes de LaLiga presentan un ritmo de movimientos notablemente inferior. Tan solo Atlético de Madrid y Real Betis han sumado dos fichajes cada uno: los colchoneros han incorporado a Clément Lenglet (procedente del FC Barcelona) y Juan Musso (Atalanta), mientras que los verdiblancos han cerrado las llegadas de Natan (Nápoles) y Álvaro Valles.

El FC Barcelona, por su parte, solo ha cerrado una incorporación hasta la fecha: la del guardameta Joan García, procedente precisamente del Espanyol. Mientras tanto, clubes como Real Sociedad, Sevilla, Girona, Mallorca y Elche todavía no han realizado movimientos oficiales.
Otros equipos con una única incorporación en junio son:
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Alavés: Pablo Ibáñez (libre desde Osasuna)
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Athletic Club: Robert Navarro (libre desde Mallorca)
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Getafe: Juanmi (Betis)
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Levante: Víctor García (libre desde Eldense)
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Osasuna: Valentin Rosier (Leganés)
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Oviedo: Brandon Domingues (Debrecen)
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Rayo Vallecano: Ezequiel Centurión ‘Batalla’ (River Plate)
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Valencia: Dani Raba (libre desde Leganés)
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Villarreal: Alberto Moleiro (Las Palmas)
Este despliegue de actividad por parte del Espanyol contrasta fuertemente con la dinámica del verano anterior. En el mercado de 2024, el club cerró ocho incorporaciones, pero solo una —la de Álvaro Tejero— fue en propiedad. El resto, desde Carlos Romero hasta Kumbulla, pasando por Král, Cardona, Cheddira o Ünüvar, llegaron como cedidos. Esta temporada, la estrategia se ha invertido: siete de las ocho nuevas caras son fichajes definitivos, un cambio sustancial en la política deportiva de la entidad.

Más allá de los nombres, hay una idea clara detrás de esta transformación: anticiparse, ejecutar con firmeza y reducir la dependencia de los últimos días de mercado. Manolo González pidió refuerzos con antelación para poder trabajar desde el inicio de la pretemporada —prevista para el 7 de julio— con el bloque principal ya definido. Y Garagarza ha respondido. En su quinto mercado al frente de la dirección deportiva blanquiazul, el mutrikuarra ha logrado uno de los mejores arranques de planificación en años recientes.
Todavía quedan objetivos por cerrar. Con Terrats, se cubrirá otra de las posiciones prioritarias. A partir de ahí, la dirección deportiva quiere cerrar un central diestro, un mediocentro de perfil físico y un extremo zurdo. En ese sentido, la posibilidad de recuperar a Marash Kumbulla sigue viva, aunque se trata de una operación compleja. Garagarza no ha arrojado la toalla y continúa pendiente de la situación del central de la Roma.

El Espanyol de este verano no se parece en nada al de otros años. La estructura ya está construida, muchas posiciones están dobladas y la base del equipo empieza a tomar forma con semanas de antelación. En un contexto económico aún ajustado y con diez bajas ya confirmadas, el club ha reaccionado con solvencia y reflejos. Sin grandes alardes, pero con una estrategia firme y una ejecución precisa, el Espanyol ha demostrado que también se puede liderar un mercado sin ser el más rico. Simplemente, hay que saber moverse antes que nadie.
