Hay veces en que el fútbol va a favor de viento. Y ahora mismo, el Espanyol navega con la vela desplegada y el timón firme. Lo de Balaídos fue algo más que una victoria: fue una declaración de intenciones. Un puñetazo encima de la mesa. El equipo de Manolo González se llevó los tres puntos de Vigo con un partido serio, compacto y, sobre todo, con colmillo. Un 0-2 ante el Celta que no solo les da oxígeno: los catapulta.
El Espanyol da un paso de gigante hacia la salvación tras ganar en Balaídos: máxima ventaja sobre el descenso en toda la temporada
Y es que los números ya no mienten ni se camuflan con discursos vacíos. A falta de siete jornadas, el Espanyol se ha ganado, por méritos propios, el derecho a mirar la clasificación con otra cara. Seis puntos por encima del descenso. Sí, seis. La mayor diferencia de toda la temporada. Nunca hasta ahora se había conseguido abrir tanta brecha con la zona roja. Lo máximo que se había logrado eran cuatro puntitos… y eso en jornadas sueltas. Ahora, además, el equipo tiene un partido menos, el aplazado contra el Villarreal. Es decir, la situación es buena. Pero que nadie se relaje.
Racha positiva del Espanyol: dos victorias seguidas fuera y rivales directos que pinchan
El equipo lleva semanas en buena dinámica, con dos triunfos seguidos lejos del RCDE Stadium (Rayo y Celta) y solo dos derrotas en todo 2025 (Real Sociedad y Mallorca). Esta vez, además, los resultados de la jornada han sonreído: varios de los rivales directos pincharon, y eso ha servido para abrir hueco con la zona roja. Solo Las Palmas —curiosamente, el primero en descenso— consiguió ganar. Pero Leganés, Alavés, e incluso equipos que parecían fuera de peligro como Girona y Sevilla, se han metido en el lío.
El Girona se desinfla: nueve partidos sin ganar y la salvación en peligro
Lo del Girona es especialmente llamativo. El equipo de Míchel se ha ido desinflando jornada tras jornada. Ya son nueve partidos sin conocer la victoria, con solo seis puntos sumados de los últimos 36. La derrota en El Sadar contra Osasuna (2-1) ha dejado muy tocado a un equipo que el año pasado era pura épica y esta temporada se ha quedado sin respuesta cuando le toca remar a contracorriente.
El Sevilla destituye a García Pimienta y Caparrós vuelve para evitar el descenso
El Sevilla tampoco levanta cabeza. La última derrota ante el Valencia ha terminado de agotar la paciencia de la directiva, que ha cesado a García Pimienta tras una racha irregular. En su lugar, llega un viejo conocido del banquillo nervionense: Joaquín Caparrós. El veterano técnico andaluz asume el mando con el equipo solo un punto por encima del Espanyol, en un final de temporada que promete emociones fuertes por abajo.
Permanencia, sí; relajación, no: el Espanyol mantiene la tensión competitiva
Mientras tanto, en Cornellà, el ambiente ha cambiado. Hay optimismo, sí, pero también conciencia de que queda mucho por pelear. El colchón de seis puntos es una bendición en una temporada en la que todo ha costado el doble. Pero el margen de error sigue siendo pequeño, y nadie en el vestuario piensa que esto esté hecho.
El Espanyol ha sabido agarrarse al momento justo. La permanencia ya no parece una quimera, sino un objetivo alcanzable. Y en este tramo final, cada jornada cuenta como una final. De momento, los de Manolo González ya han dado el primer paso: salir del barro y empezar a mirar hacia arriba. Lo que venga ahora, dependerá de seguir igual de enchufados. Pero lo que está claro es que esta vez, al menos por ahora, el drama se queda para otros.