Cada semana, Joan Camí se pone las gafas de entrenador y se mete hasta la cocina táctica del Espanyol en La Grada Ràdio. No se deja un detalle y, lo mejor, lo cuenta como si estuvieras hablando con tu colega en el bar. Nada de palabras raras ni discursos de entrenador de FIFA. Y esta vez, con el 0-4 en Vallecas todavía calentito, tocaba analizar uno de los mejores partidos de la era Manolo González… y también abrir el melón de Leandro Cabrera.
El momento que más subrayó Camí fue el inicio de la segunda parte, donde ambos entrenadores jugaron sus cartas. El Rayo empezó con un 4-2-3-1, con Nteka arriba, que es ese tipo de delantero que le viene genial a centrales como Kumbulla y Cabrera. Pero Iñigo Pérez quiso sacudir el tablero y cambió el perfil ofensivo con Álvaro y De Frutos, más rápidos, más de ir al espacio. ¿Y qué hizo Manolo? Mano de ajedrecista: metió a Calero y apostó por defensa de cinco, reforzando las coberturas con alguien más rápido al lado de sus dos centrales de área.
“Movimiento muy interesante del Rayo, y también de Manolo reajustando el sistema”, comentó Camí, que no dudó en poner en valor esa lectura rápida del míster perico. “Si se hubiese perdido, se habría criticado a Manolo por hacer un cambio defensivo, pero estuvo muy bien leído”. Vamos, que cuando te sale bien, eres un genio; y cuando no, un cagón. Lo de siempre.
Pero no todo fue Vallecas. Joan también se mojó con el tema Cabrera y su posible renovación. Y lo dejó clarito: “Depende de a qué quiera jugar el Espanyol”. Si el plan es seguir como ahora, con un equipo más reactivo, que defiende bien en su área y se junta atrás, el uruguayo sigue siendo un valor fiable. Pero si la idea es tener más balón, mandar en los partidos y jugar más arriba… ahí ya no cuadra tanto. “Por mucho que le insistas, no te lo va a dar”, soltó sin anestesia. Eso sí, matizó que si las condiciones económicas no son un drama, renovarlo como pieza útil tampoco sería ninguna locura.