El Espanyol mantiene la calma ante la posibilidad de sanción por el lanzamiento de tres mecheros al terreno de juego en los minutos finales del partido ante el Real Betis, disputado el pasado fin de semana en el RCDE Stadium, ante la posibilidad de un cierre total o parcial de la grada en el próximo derbi ante el FC Barcelona. Según ha informado el periodista de Esports COPE Quique Iglesias, en el club existe un clima de moderado optimismo en relación a la resolución del Comité de Competición, que debe pronunciarse esta semana sobre los hechos.
Tal como ha detallado Iglesias, el Espanyol asume que será sancionado económicamente, como es habitual en estos casos, pero en principio no se teme un cierre parcial de la grada, principalmente porque los objetos no impactaron en ningún jugador ni miembro del cuerpo técnico rival. Este matiz, aparentemente menor, es clave en la valoración disciplinaria que hará el comité, ya que reduce significativamente la gravedad del incidente desde el punto de vista reglamentario.
A la espera de la resolución oficial, el club sigue con atención el proceso, consciente de la importancia de contar con el respaldo de su afición en la recta final del campeonato. Quedan cuatro jornadas por disputarse y la permanencia aún no está asegurada, por lo que cualquier sanción que afecte al apoyo desde la grada podría tener consecuencias deportivas indeseadas.
El propio Quique Iglesias ha trasladado que no hay tanto riesgo de cierre parcial de la grada, reforzando la sensación interna de que se trata de un episodio aislado que no tendrá mayor recorrido disciplinario más allá de la previsible multa.
Info @ESPORTSCOPE Optimismo en el Espanyol en lo que respecta a los lanzamientos en el tramo final. Los mecheros no impactaron en nadie. No hay tanto riesgo de cierre parcial de la grada. Se asumirá, claro, la multa. A la espera de la reunión del Comité de Disciplina. @rfef #rcde
— Quique Iglesias (@qiglesias) May 5, 2025
Desde el entorno blanquiazul, eso sí, se insiste en condenar este tipo de comportamientos. Aunque fueron casos puntuales, cabe remarcar la importancia de mantener la conducta dentro de los cauces permitidos, sobre todo en momentos de tensión.
El caso queda ahora en manos de la RFEF, pero desde las oficinas se lanza un mensaje de confianza en evitar un castigo que impida a la afición estar al lado del equipo cuando más lo necesita.
