En la recta final de la temporada de la Liga Hypermotion, el RCD Espanyol se encuentra en una encrucijada crítica. A pesar de las expectativas de un rápido retorno a la Liga EA Sports, el equipo ha mostrado una preocupante inconsistencia en su desempeño. La reciente victoria contra el Real Oviedo apenas ha mitigado las preocupaciones que se ciernen sobre el club y con unos seguidores cada vez más escépticos sobre las posibilidades de ascenso directo.
Problemas en el Ataque
Una de las principales críticas hacia el equipo es su incapacidad para terminar las jugadas en ataque. A lo largo de la temporada, el Espanyol ha demostrado una alarmante falta de eficacia frente al gol. Solo Martin Braithwaite, con 21 goles actuales, ha estado a la altura de las expectativas. Los datos son claros: el Espanyol es uno de los equipos con menor promedio de goles por partido en la liga, una estadística que refleja la realidad en el ataque. Lo que es poco habitual es que, teniendo al máximo goleador, no se logre subir directo.
Lesiones y la gestión de la plantilla
A los problemas ofensivos se suman algunas lesiones a lo largo de la temporada que han afectado al equipo. Por ejemplo, la baja de Nico Melamed para operarse del hombro o la lesión de rodilla de Edu Expósito fue un golpe significativo para el medio campo blanquiazul. Aquí, la gestión de la plantilla por parte de Fran Garagarza también fue objeto de críticas, con decisiones cuestionables en el mercado de fichajes, donde solo se recuperó a Rubén Sánchez para cortarle la proyección en el CD Mirandés, que venía jugándolo todo, para ser uno más en el cuadro perico y pasar sin pena ni gloria. El otro día entró unos minutos contra el Real Oviedo, veremos su evolución en estos dos partidos que restan de competición.
Manolo González hace lo que puede
El técnico Manolo González ha enfrentado una presión creciente con cada partido. Las críticas hacia su gestión se han intensificado y la paciencia de la afición aparenta estar agotándose pese a ganar contra el Real Oviedo. Sin embargo, ahora parece ser que empieza a contar más con los canteranos. Gastón Valles, Antoniu Roca y ahora, de últimas, Rafel Bauza son los tres del ‘B’ que cuentan con más minutos en el primer equipo con la llegada del técnico gallego. Quedan dos partidos donde el RCD Espanyol está obligado a ganar y esperar a ver que hacen sus rivales directos, que son el CD Leganés, el Real Valladolid y la SD Eibar. El objetivo es sumar los 71 puntos y rezar.
Perspectivas a corto plazo
Mirando hacia adelante, el resultado de este partido podría tener implicaciones significativas para ambos equipos. Además, una victoria para el conjunto perico en Lezama podría ser el impulso necesario para mantener viva la esperanza de un retorno inmediato a la Primera División, ya sea por ascenso directo -rezando- o por el temido playoff. Sin embargo, una derrota o empate significaría dejar un sabor amargo a una temporada llena de altibajos.
El futuro que le espera al Espanyol depende de ellos mismos
Aunque la temporada ha sido complicada y llena de desafíos para el RCD Espanyol, el partido contra la SD Amorebieta representa una oportunidad perfecta para revertir la situación. Con la calidad y el talento presentes en el equipo -jugador por jugador-, y si logran superar sus problemas de eficacia ofensiva, el Espanyol tiene todo para alcanzar los playoffs -que lo tienen a un punto- y meterse en la lucha. Este encuentro no solo será un test de su capacidad futbolística, sino también de su resiliencia y determinación frente a estos partidos de máxima tensión. Los aficionados pericos esperan ver un equipo que, a pesar de las adversidades y de los problemas, vayan a la lucha hasta el final. Es tan fácil como salir con el arrojo y el pundonor con el que lo hizo el primer equipo femenino contra el CA Osasuna Fem, donde las pericas se lo dejaron absolutamente todo en el césped de la CE Dani Jarque para conseguir el ascenso a la Liga F. De hecho, un buen resultado en este partido ante la SD Amorebieta sería el punto de inflexión que necesitan para intentar casi cerrar la temporada con éxito y con una esperanza renovada, sabiendo que quedará un último partido y con, posiblemente, alguna opción más que no sea únicamente la del playoff.
El RCD Espanyol tiene en su mano la oportunidad de demostrar su valía y redimir la temporada complicada que ha ejecutado. Los jugadores y el cuerpo técnico, con Manolo González al frente, deben aprovechar esta oportunidad para mostrar su mejor versión y devolver la ilusión a una afición que nunca ha dejado de creer. El camino hacia el ascenso es difícil, pero con esfuerzo y determinación, el club perico puede alcanzar su objetivo y regresar a la élite del fútbol español. Ya se verá si en dos o en seis partidos.