El Espanyol, que está ya a sólo dos días del trascendental partido ante el Valladolid, afronta una prueba ciertamente exigente en la fase decisiva de LaLiga Hypermotion, de la cual restan solo cuatro fechas. La reciente decepción, un empate a cero ante el Sporting de Gijón, ha dejado un regusto de decepción tanto en el vestuario como en el entorno y ha enturbiado la situación del equipo en la clasificación. El enfrentamiento ante los asturianos era considerado como una ventana de oportunidad, una chance para ascender en la tabla aprovechando posibles deslices de los contrincantes en la carrera por el ascenso pero la fortuna no les sonrió a los blanquiazules, que acabaron la jornada distanciándose hasta los seis puntos de los puestos de liderazgo. La presión aumenta: el conjunto perico, ahora en riesgo de quedar excluido de los playoffs en lugar de alcanzar los dos primeros lugares, observa cómo el séptimo en la tabla le acecha a tan solo tres puntos. Los objetivos se han modificado: conseguir un cupo en la liguilla de ascenso se vislumbra como la meta más tangible, aunque incluso esa posibilidad está lejos de ser segura. El club blanquiazul vive momentos de duda mientras la cuenta atrás se acelera.
El Espanyol necesita el empuje de las victorias en estos cuatro partidos, comenzando por la de Valladolid, un encuentro en el que existe la duda de si el planteamiento más efectivo es ir a tumba abierta a por el triunfo o es especular jugando con la posible precipitación del rival, del conjunto de Paulo Pezzolano, que sueña con un triunfo que les de el ascenso de manera virtual. Como referencia, en los dos partidos en que el Espanyol se ha enfrentado al Real Valladolid, ambos en casa -uno en LaLiga Hypermotion y otro en la Copa del Rey– en ambos fue determinante ponerse pronto por delante en el marcador.
El caso Joselu y su marcha al Real Madrid: una operación nefasta para el Espanyol
También hemos hablado en el programa del caso Joselu, y de la paradoja de que un hombre cedido por el Espanyol, equipo que lucha por el ascenso, haya clasificado al Real Madrid para la final de la Champions League. Lo que duele en especial al espanyolismo son las condiciones en que marchó al club blanco: el tema estaba complicado dado que tenía una cláusula que lo liberaba en caso de descenso, si otro club asumía su ficha. Joselu, al final de la pasada temporada, insistió en salir de la entidad perica, donde en algunas personas que pertenecían al staff técnico en aquel momento sigue existiendo la idea de que hubo un sospechoso bajón en su rendimiento en el momento en el que el equipo se jugaba la permanencia. El Espanyol podría haber evitado su marcha a cambio de pagarle el 100% de su sueldo, pero finalmente se decidió no hacerlo y salió a cambio de 500.000 euros por el préstamo, más una opción de compra de 1,5 quilos. La cúpula blanquiazul ya fue advertida que fijar estas condiciones económicas tan favorables para el club blanco era un error, y además Chen Yansheng y Mao Ye confiaron en la palabra de los blancos de que el conjunto perico se beneficiaría de unas cesiones provenientes del filial madridista que nunca se materializaron. En suma, una operación lamentable para los intereses blanquiazules, otra más en la larga lista de despropósitos de la era Rastar.
Tiempo de tertulia
En la tertulia de actualidad hemos contado con Àngel Bergada y Juan Antonio Casanova, que han coincidido en que el Espanyol ha de ir desde el primer minuto a por el triunfo en el Nuevo Zorrilla ante el Valladolid, en un partido en el que como ha explicado nuestro colaborador Carlos Martínez arbitrará Adrián Cordero Vega, colegiado por cierto cántabro, lo que sin duda despertará suspicacias teniendo en cuenta que el Racing de Santander es un rival directo del Espanyol por el top 6.
