Hoy La Grada Ràdio se ha trasladado de los estudios de RCE a Casa Tico, uno de los alojamientos de Ferran vacacional, un escenario excepcional para analizar una actualidad perica que viene marcada por dos temas: el aterrizaje de Alan Pace en el Espanyol, y la renovación del técnico del primer equipo Manolo González.
Nueva etapa en el Espanyol de la mano de Alan Pace
El Espanyol inicia una nueva etapa con una mezcla de ilusión, expectación y también de prudencia. El grupo inversor Velocity Sport Limited (VSL), encabezado por el empresario estadounidense Alan Pace, ha alcanzado un acuerdo con el hasta ahora accionista mayoritario, RASTAR Group, para tomar el mando de la entidad blanquiazul. Pace, conocido por su gestión del Burnley FC, aterrizó ayer en Barcelona para rubricar una operación valorada en 130 millones de euros, pagaderos en dos plazos, con opción de alcanzar los 198 millones en un horizonte de dos años.
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En su nota oficial, el club recordaba que la operación está sujeta a la aprobación de los trámites administrativos pertinentes. El comunicado subrayaba que el grupo RASTAR ha llegado a un acuerdo con el grupo Velocity Sport Limited (VSL) de matriz inglesa, pero participado también por accionistas estadounidenses, para integrarse como accionista de este ‘holding’ y participar de una alianza estratégica que situará al RCDE en una posición muy favorable tanto a nivel de estructura económica como deportiva. De este modo, RASTAR conservará inicialmente un 16 % de VSL, participación que se reducirá progresivamente conforme avance el proceso de compra.
La llegada de VSL coloca al Espanyol bajo la misma estructura inversora que el Burnley, lo que abre la puerta a sinergias en materia de captación, desarrollo de talento y proyección internacional. Al mismo tiempo, el club mantiene su personalidad jurídica y operativa, aunque integrará su planificación deportiva y financiera en un marco compartido con la entidad inglesa.
Se confía en que esta inyección de capital refuerce tanto la estabilidad económica como la competitividad deportiva. Una vez completado el traspaso accionarial, el nuevo consejo de administración deberá trazar la hoja de ruta que permita consolidar al Espanyol en LaLiga y, a medio plazo, aspirar de nuevo a competiciones europeas.
Espanyol vendido con letra pequeña: Chen se queda una silla y derecho de tanteo
Iván Molero, cuyos artículos en AS son la mejor manera de desentrañar una operación cuya complejidad contable podría despistar a más de uno, ha intervenido este mediodía en La Grada Ràdio; siguiendo su exposición se confirma que Velocity Sport Partners, filial de ALK Capital, adquiere el 99,66 % del Espanyol por 130 millones de euros, de los que 65 millones se desembolsan en efectivo mientras que los 65 restantes se materializan en títulos de la propia Velocity repartidos entre Rastar Sports (25 millones) y Rastar Games (40 millones).
Rastar, por tanto, abandona la condición de accionista directo del club pero retiene un 16,45 % de Velocity Sport Limited, porcentaje que le garantiza representación en el consejo y poder de veto en decisiones de calado, además de un derecho de tanteo si los nuevos dueños enajenaran la entidad por el 80 % o menos de su valor patrimonial, mientras que Pace se reserva la opción de recomprar un 6,33 % en dos años por 27,5 millones -interés incluido- o, en su defecto, la totalidad en un plazo máximo de cinco años, con lo que la factura final podría rondar los 200 millones.
Para que la compraventa quedara lista se aprobó el 27 de junio una ampliación de capital de 31.999.998 euros con cargo a préstamos de la propia Rastar, operación comunicada el 11 de julio a la Bolsa de Shenzhen y justificada con el propósito de “ayudar al Espanyol a establecer un espacio salarial más amplio, mejorar aún más su capacidad de financiación y proporcionar un apoyo efectivo a su posterior mejora del rendimiento operativo”, aunque se advertía de que “existen incertidumbres sobre el rendimiento competitivo y la inversión en la industria del fútbol”; Molero subraya que la inyección no partió de Rastar Sports sino de Rastar Games, la división de videojuegos con sede en Hong Kong, un detalle indicativo de la flexibilidad interna con la que el conglomerado chino ha apuntalado la transición.
El periodista recuerda asimismo que la sucesión de capitalizaciones desde 2016 ha elevado a 200 millones la deuda convertida en acciones y que los malos resultados deportivos y económicos del último lustro convirtieron al Espanyol en la unidad menos rentable del grupo, escenario que aceleró la negociación con Pace y explica la cautela con la que Rastar ha blindado su salida sin renunciar del todo a la gobernanza.
Con estos dato, Molero concluye que el futuro inmediato depende de la capacidad de Velocity para inyectar recursos, amortizar la posible recompra y elevar el límite salarial, mientras que la permanencia de Rastar como socio minoritario actúa de garantía frente a decisiones precipitadas.
Una de las deducciones de Molero de por qué se ha seguido este procedimiento es para dar una salida “honrosa” a Chen Yansheng: “Es muy importante para él alargar estos años, es un tema cultural de la sociedad china, y de la forma de gobierno que hay allí. El hecho de que esta salida no se vea como un fracaso en su país es importante para él, puede incluso vender la ilusión de que participa de una club de la Premier, dándole la vuelta a la tortilla y vendiéndola como una noticia positiva. Tendrá derecho a una silla en el consejo de administración de VSL, y derecho a veto también en decisiones importantes. Si VSL quisiera revender el Espanyol por un 80% o menos, tendría incluso derecho de tanteo”.
“Otro dato importante es que además de los 130 millones por los que se ha vendido el club es que hay dos posibilidades, en dos años Velocity puede recomprar el 6% de las acciones por 25 millones, y en 5 años puede recomprárselas todas con las que Chen desaparecería del todo, que es lo que creo sucederá. Sería el montante de dinero que tantas veces se ha dicho quería recuperar Chen”, insistía el periodista.
Finalmente, respecto a cómo ve este cambio accionarial, nuestro compañero es moderadamente optimista: “Soy prudente después de lo que ha pasado, pero creo que el cambio es inevitablemente a mejor porque es complicado hacerlo peor que Rastar, es gente a la que podremos entender, y aunque no deja de ser un fondo de inversión que utiliza fondos de terceros que no sabemos de donde proviene creo que el cambio será positivo porque será un club de fútbol gestionado por gente de fútbol”.
Manolo González, confianza y una exigencia que irá al mismo ritmo que crezca el Espanyol
Por lo que respecta a Manolo González, ha firmado su renovación 1+1, condicionado el segundo año a la consecución de la permanencia. El gallego, que ha hecho méritos para conseguir este premio, sabe que cumplir ese segundo año tiene un coste: con la nueva propiedad lógicamente subirá el nivel, se mejorará el nivel de la plantilla y consecuentemente, el nivel de exigencia, también hacia el banquillo.
Cambio de guardia en la banda diestra: se va Tejero, se enchufa Rubén Sánchez
En apenas un par de días el lateral derecho del Espanyol se ha puesto patas arriba. Álvaro Tejero ya vuela rumbo a Grecia y, aunque el club no lo pregone a los cuatro vientos, su marcha ha servido de bálsamo en un vestuario que andaba algo tenso con el madrileño. Se acabó la convivencia incómoda y, de rebote, se abre una puerta enorme para Rubén Sánchez, que no entraba en principio en los planes del cuerpo técnico.
Tejero aterrizó hace doce meses como fichaje solvente, pero nunca llegó a enganchar. Con un feeling discreto con algunos compañeros, el lateral fue perdiendo terreno hasta quedar fuera de la foto. El interés heleno apareció a tiempo y el Espanyol no puso pegas: adiós y gracias por los servicios prestados. Quien mejor ha entendido el giro de guion es Rubén Sánchez. El canterano, que tenía casi el cartel de transferible, ha visto cómo los técnicos cambian su etiqueta: de “pocas oportunidades” a “complemento perfecto para Omar El Hilali”. El hispano-marroquí seguirá siendo el titular indiscutible, pero necesita respiro en un curso con Copa y ahí entra Rubén, con físico para toda la banda y ese punto de descaro que le piden desde el cuerpo técnico.
La idea es clara: El Hilali mantiene la plaza, Rubén aprieta para que nadie se relaje y Manolo dispone de dos perfiles distintos según el rival. El primero, más académico; el segundo, más vertical. Esa dualidad encaja de maravilla en el libreto ofensivo que el míster planea para este año, donde los laterales deben sumar en ataque sin descuidar la espalda.