En La Opinión del Día de este jueves en La Grada Ràdio, le tocó el turno a Martín Chico. Y vaya si no se mordió la lengua. Sin rodeos, sin florituras y con el estilo directo que lo caracteriza, nuestro particular mecenas de Twitch dejó clara su postura respecto a uno de los temas que más ruido está generando en el entorno blanquiazul: la posible venta del Espanyol al grupo de Alan Pace.
“Voy a ser muy breve: me voy a referir solamente a la posibilidad, real o no, ilusionante o no, de la venta del Espanyol al grupo que comanda Alan Pace“, arrancó. Y a partir de ahí, la cosa fue escalando. Para Martín Chico, todo esto suena más a espejismo que a revolución. “A mí particularmente, por todo lo que he leído y escuchado, no me ilusiona gran cosa, me ilusiona más la novedad que las expectativas”, confesó. Vamos, que más que por lo que puede venir, su entusiasmo –si es que hay algo de eso– viene por lo que podríamos dejar atrás.
Y ese “atrás” tiene nombre y apellidos. O más bien, unos cargos: la actual cúpula directiva del Espanyol. Ahí sí que no se anduvo con medias tintas. “Con esto no quiero decir que a lo mejor resulte un rey mago, o una especie de isla del tesoro que nos tienen oculta, pero personalmente no me ilusiona mucho”, apuntó sobre Alan Pace, antes de lanzar la carga de profundidad.
“Lo que sí me hace gran ilusión es perder de vista a nuestro ‘CERO’, al señor Mao Ye, al señor Chen Yansheng y a toda esta tropa de auténticos inútiles que tenemos en teoría defendiendo al club”, soltó con contundencia. Y sí, lo de “en teoría” lo remarcó con toda la intención del mundo, porque lo que vino después fue todavía más demoledor: “Lo de las últimas semanas con los casos que hemos tenido ha sido vergonzoso, no hay nadie al frente de este club”.
La reflexión de Martín Chico, más allá de la forma, encierra una sensación que comparten no pocos pericos: el hartazgo. El cansancio de ver al club a la deriva, sin liderazgo visible, sin respuestas a las crisis y con una gestión que, para buena parte de la afición, deja muchísimo que desear.
¿Ilusión por Alan Pace? A día de hoy, más bien la justa. Lo que sí parece ilusionar a muchos, como a Martín Chico, es cerrar una etapa que ha dejado heridas profundas. Una etapa donde el silencio institucional y las decisiones desconectadas de la realidad han hecho mella en un sentimiento que no se merece este ninguneo constante.