El Espanyol se encuentra ante una ventana de oportunidad única con la inminente visita del Villarreal, un equipo que, a pesar de su gran calidad y potencial, atraviesa uno de los peores momentos defensivos de su historia reciente. Este submarino amarillo, que en otros tiempos ha sido un rival temido por su solidez táctica, llega a esta jornada tras un inicio de temporada que deja mucho que desear en términos defensivos.
Con 13 goles encajados en tan solo seis jornadas de LaLiga 2024-25, el peor arranque en Primera división de los amarillos tal como apuntaba El Periódico del Mediterráneo, el Villarreal ha mostrado una fragilidad alarmante, tanto en el juego en movimiento como en las jugadas a balón parado, una faceta que podría resultar clave para el Espanyol. Los groguets han sido víctimas constantes en los últimos partidos de errores de marcaje y falta de contundencia en los duelos, lo que ha llevado a su entrenador, Marcelino García Toral, a replantearse su esquema defensivo.
La goleada por 1-5 sufrida en casa contra el Barcelona el pasado fin de semana ha sido la última demostración de las dificultades que enfrenta el Villarreal para mantener su arco invicto. No es solo un problema de desconcentración puntual, sino una tendencia que ya se vio la temporada pasada y que parece continuar en esta, con la defensa recibiendo goles incluso ante equipos que no necesariamente se caracterizan por su pegada demoledora, como el Celta o el actual Valencia, y en todo tipo de acciones, tanto en acción de juego efectivo como en córners, libres directos, faltas laterales o penaltis: encajaron tres goles en su triunfo frente al Celta (4-3) y en su empate contra el Atlético (2-2), además de los 5 que le clavó el Barça, mientras que a domicilio han cerrado mejor la portería, aunque no se han quedado en ningún encuentro sin encajar, tato en sus triunfos en Sevilla (1-2) y Mallorca como en el empate en Mestalla. (1-1).
Para el Espanyol, que necesita puntos y confianza en su lucha por sus objetivos, este escenario representa una ocasión ideal para explotar las debilidades de su oponente. La capacidad del equipo perico de aprovechar jugadas a balón parado, junto con un enfoque agresivo en ataque, podría poner en serios aprietos a una zaga amarilla que aún no ha encontrado la fórmula para corregir sus errores.
El cuerpo técnico del Villarreal es consciente de los problemas y trabaja intensamente en ajustar las líneas, mejorar las coberturas y reforzar la mentalidad defensiva de sus jugadores. Sin embargo, el tiempo corre y los problemas defensivos han sido persistentes desde el inicio de la temporada, con continuos fallos en la marca y en los duelos aéreos.
El Espanyol, sabiendo que el Villarreal está inmerso en esta crisis defensiva, tiene ante sí la posibilidad de asestar un golpe psicológico a un equipo que sigue buscando estabilidad. Si los pericos logran explotar las debilidades del cuadro de La Plana y sacar provecho de su fragilidad en defensa, podrían conseguir una victoria crucial que les catapulte hacia posiciones más altas; en definitiva, es un momento para ser ambiciosos.
