El Espanyol vuelve hoy por la mañana al tajo después de que la plantilla disfrutara de unos días de descanso gracias al parón de selecciones. La última sesión fue el jueves, así que Manolo González ha podido desconectar un poco al equipo antes de la recta final de noviembre, que viene cargadísima: Sevilla el lunes 24, jornada entre semana después… y la eliminatoria de Copa contra el At. Baleares justo al caer diciembre. Vamos, que este pequeño respiro les ha debido saber a gloria.

Y mientras los pericos ya están sudando desde hoy, en el Sevilla siguen de vacaciones. Literal. Almeyda decidió darles varios días de fiesta porque apenas tenía jugadores sanos o disponibles entre lesiones e internacionales, y no volverán al trabajo hasta el miércoles por la tarde. Preparar un partido de lunes comenzando el miércoles, curioso como mínimo.
Un Sevilla en cuadro y esperando refuerzos
El Sevilla arrastra un panorama que casi parece un parte de guerra: Azpilicueta, Marcao, Nianzou, Cardoso, Agoumé, Isaac Romero, Alexis Sánchez… y ahora se suma Alberto Flores, que cayó con “un traumatismo en su pie izquierdo y su alta estará pendiente de evolución”. Almeyda, que ya llevaba semanas pensando más en la enfermería que en la pizarra, sigue pendiente del regreso de sus ocho internacionales, que además están teniendo trayectos muy distintos.

Gudelj cayó eliminado de forma amarga con Serbia; Suazo vivió un amistoso tenso con Chile ante Rusia; Akor Adams y Ejuke perdieron la final africana ante la RD Congo de Charles Pickel en penaltis, con la polémica escena final del seleccionador denunciando que los rivales habían usado vudú; Nyland, en cambio, acumula una fase de grupos impecable con Noruega, encajando solo cinco goles en diez partidos; y Sow y Vargas vienen de un 4-1 contundente con Suiza. Y claro, con parte de ellos regresando el martes por la noche, Almeyda no podrá tener su plantilla medio completa hasta el miércoles.
Pickel y Koleosho, trabajo hecho
En clave perica, los dos internacionales del Espanyol han acabado ya su trabajo con sus selecciones. El citado Charles Pickel cerró los dos partidos de la repesca africana con la RD Congo y en marzo se jugará el billete definitivo para estar en el Mundial. Luca Koleosho, por su parte, no jugará más con la Sub-21 italiana por ahora porque fue expulsado ante Polonia y se pierde el duelo ante Montenegro. Así que los dos están listos para volver a entrar en dinámica del equipo.

Cuatro pericos, protagonistas en el Catalunya – Palestina
Pero la gran historia del día está en Montjuïc, que esta tarde acoge un Catalunya – Palestina que junta fútbol, solidaridad y una buena dosis de controversia. Igual que pasó este fin de semana en San Mamés, donde el Euskadi – Palestina fue todo un acontecimiento bastante politizado, ahora le toca a Barcelona recoger el testigo.
Y lo más llamativo para la afición perica: Catalunya se sustenta, literalmente, en el Espanyol. Jugarán Ángel Fortuño, Jofre Carreras, Antoniu Roca y Ramon Terrats, cuatro de golpe.

Además, Gerard López ha pedido que Montjuïc responda con fuerza, dejando claro que “las palabras se demuestran con hechos”. Su mensaje insiste en que la recaudación irá íntegramente destinada a la reconstrucción de Gaza y que el partido debe verse como una fiesta solidaria, más allá de la parte deportiva. Catalunya contará también con Marc Bernal tras su recuperación, con Joel Roca del Girona y con refuerzos de media Catalunya futbolística, desde la Real Sociedad hasta el Europa.
La organización espera unos 30.000 espectadores, que no son los más de 50.000 que alcanzó el Euskadi – Palestina del sábado, pero para un martes no está mal. De momento ya se habían vendido 26.000 entradas, todas entre 5€ y 15€. Y además se televisará en Palestina gracias a la señal que envía TV3, lo que convierte el encuentro en un evento muy simbólico para ellos.
La selección palestina, como explicó su técnico, está formada en gran parte por jugadores que tuvieron que abandonar el país antes de la guerra y que militan en clubes de Egipto, Qatar y otros países. “Queremos enviar un mensaje muy fuerte desde Barcelona a todo el mundo sobre nuestra causa”, dijo Abu Jazar, mientras Gerard respondía que espera vivir “una gran fiesta solidaria del fútbol catalán”.
Un contexto cargado por lo vivido en Euskadi
La cita llega marcada también por lo sucedido el fin de semana en Bilbao, donde el Euskadi – Palestina estuvo rodeado de manifestaciones, protestas radicales y cánticos, con 20.000 personas movilizadas y momentos de muchísima tensión cuando grupos de manifestantes abertzales comenzaron a botar bajo el cántico del “Español el que no bote”, “Ayuso entzun, pim, pam, pum” (Ayuso escucha, pim, pam, pum) y el “Puta España, puta selección”, algo que nada tiene que ver ni con Palestina ni con ese pretendido carácter solidario. Todo ello ha colocado el encuentro de Montjuïc bajo un foco informativo más grande del habitual, con debate sobre hasta qué punto estas selecciones no oficiales deben convivir con la actualidad política.

Ahora sí, el Espanyol mira al lunes
Con todo este ruido alrededor y con el deseo de que ninguno de los futbolistas pericos salga lesionado del partido, el Espanyol se centra ya en lo suyo: volver a competir. El equipo llega de un parón bastante más tranquilo que el Sevilla y lo hace en buena posición clasificatoria. Manolo González tendrá a casi todos disponibles salvo a Puado, que arrastra lesión desde antes del parón, y esta semana servirá para afinar el plan de partido antes de viajar a un Sánchez-Pizjuán donde el ambiente deportivo y anímico será todo lo contrario a la calma.
El lunes toca volver a ponerse serios. Pero hoy, de momento, toca arrancar la semana… y echar un ojo al Olímpic, donde medio Espanyol saltará al césped por la tarde.
