El límite salarial ha sido el gran caballo de batalla del club durante el mercado. Encontrándose en negativo durante buena parte del mercado, el club pudo invertir a su primer jugador en julio, tras encadenar dos operaciones de marketing que permitieron fichar a Sergi Gómez. Posteriormente, el resto de las incorporaciones fueron posibles una vez se aprobó la aceptación del fondo CVC, si bien el Espanyol no dispuso de los más de 13 millones que podía destinar a ampliar su límite, sino unos cinco millones de euros. Recordemos que este límite debe reducirse forzosamente a partir de la temporada 23/24. Gracias a esta operación se pudo hacer espacio para las fichas de Morlanes, Aleix Vidal y Loren.
El resto de las incorporaciones fueron posibles gracias al ahorro de las fichas de Víctor Gómez, Matías Vargas y parcialmente, la de Pol Lozano. Ello permitió invertir sus sueldos en nuevas contrataciones, principalmente la de Yangel Herrera, que llegó el último día de mercado. Hay que subrayar, que pese a las informaciones procedentes de Granada, el Espanyol no pagó nada por la cesión del jugador, e incluso abona menos del 50% de la ficha. El jugador prefirió claramente vestir de blanquiazul que volver a militar en el equipo nazarí, algo que no ha sentado bien a sus gestores.
En total, 7’5 millones de impacto en la masa salarial. Una inversión ‘low cost’, si tenemos en cuenta los precedentes.