Gorka Iraizoz es el nuevo responsable de formación de los cursos de entrenadores de porteros que imparte la escuela catalana de entrenadores de la Federació Catalana de Futbol. El ex portero del Espanyol, Athletic Club y Girona intentará transmitir la experiencia que ha adquirido durante todos sus años como profesional.
Gorka llegó al Espanyol en la temporada 2002-03 para defender la portería del filial y tras dos años en Segunda B se fue cedido, junto a Moisés Hurtado, al Eibar para seguir con su formación en Segunda división. En el conjunto armero cumplió de sobras y se ganó el pasaporte para el primer equipo perico. En sus dos cursos en la primera plantilla tuvo una sana competencia con Carlos Kameni, como reconoció el camerunés en La GradaTV. En la 2005-06 tuvo protagonismo en Liga, aunque no jugó la final de la Copa del Rey, mientras que en la siguiente temporada fue el portero de la UEFA, jugando los 15 partidos en esa competición.
El portero navarro, Iraizoz, que debutó en Primera con el Espanyol, considera que «cada portero es diferente. Tiene sus peculiaridades. En este primer módulo que impartimos es importante dar a entender la relevancia del saber estar, de la personalidad del portero y de cómo tiene que interactuar con el resto de sus compañeros. Ser portero es especial”. Gorka Iraizoz valora muy positivamente la capacidad de los porteros catalanes a lo largo de la historia, «el portero catalán siempre ha estado muy valorado. Siempre ha habido una buena cantera, y no solo en los clubs más grandes como FC Barcelona, RCD Espanyol o Girona, que han trabajado muy bien en sus equipos. El portero catalán siempre ha llegado a la élite, y sigue creciendo. La formación evoluciona en Catalunya«, ha comentado el ex jugador.
Iraizoz cree totalmente en este nuevo reto y asegura que «para mí es un reto muy ilusionante. Estoy muy agradecido a la FCF para confiar en mí, en mis conocimientos, y poder ayudar a los futuros entrenadores de porteros, para formarse de la mejor manera posible. Catalunya, con su Federación, es una segunda casa. Y estoy muy feliz».