Quién le iba a decir a Juan Forlín (Reconquista, Argentina, 10 de enero de 1988) que volvería a Catalunya tras tantos años en diferentes ligas del mundo y ocho campañas después de dejarla. Y menos a una categoría menor como la Segunda división B. Pero el argentino, que desde que acabó contrato el pasado mes de diciembre con el Yokohama Marinos japonés se encontraba sin equipo, regresó a Mataró, donde tiene su residencia, y empezó a entrenar en solitario junto a un preparador. Hasta que apareció el Llagostera, con el que ha firmado hasta junio. El que fuera un fijo para el Espanyol de Mauricio Pochettino y Javier Aguirre nos explica cómo se siente, sus planes de futuro y cómo ve al Espanyol, donde estuvo de la 2009-10 a la 2012-13. Y por supuesto, rememora sus días como perico.
¿Qué hace Juan Forlín en un club de Segunda división B como el Llagostera?
Estaba entrenando por mi cuenta y me abrieron las puertas para entrenar con ellos. Tenían una ficha libre y me dijeron que si quería competir en un tramo importante de liga que les queda por delante, y decidí hacerlo; desde el primer día me han tratado muy bien. Antes hubo interés de otros equipos, pero no prosperó nada.
Estarás ahí hasta junio.
Así es. Estoy enfocado en el Llagostera, en entrenar con ellos y ponerme en forma, y cuando llegue junio ya veremos qué se decide y lo que puede llegar a haber.
Fuiste titular en tu primer partido. ¿Qué tal te encontraste?
Tenía la duda de cómo me sentiría tras tanto tiempo, pero me encontré bien. Uno cuando está en la cancha se olvida de todo eso y me sentí mejor de lo que pensaba.
También estuviste entrenado con el Cornellà unos días.
Sí, pero fue un poco complicado. La plantilla se tuvo que confinar porque cogió el COVID-19 y solo entrené con ellos unos días. No cuajó.
¡Otro perico más en Llagostera! Marcos Pérez, Marc Manchón, Pere Martínez, Gil Muntadas, el míster…
¡No sabía que el míster es del Espanyol! ¡Le preguntaré a ver qué me dice! (risas)
Hablando del Espanyol, ¿cómo lo ves?
Lo sigo, sufrí el descenso como todos los pericos; no me lo esperaba para nada, sobre todo por lo que significa el club y lo que había crecido en los últimos años. Iba hacia arriba, se metió en la Europa League… Pero esto es fútbol y estas cosas pueden pasar. Sabía que las cosas estaban mucho mejor, que se habían normalizado los pagos, reducido parte de la deuda… pero eso no te garantiza estar en Primera división. Hay que demostrar cada domingo que estas ahí porque lo mereces. Cuando yo estaba en el Espanyol también le tocó descender al Villarreal y nadie se lo esperaba, tenía un equipazo.
En tu época, con problemas económicos, en la zona baja, nunca bajasteis, y ahora que todo pinta bien, descenso. El mundo al revés…
Espero que sirva. Hay que levantarse, porque estas cosas son parte del fútbol. Hay que pensar en ascender lo antes posible para devolver al Espanyol donde se merece estar.
¿Qué te está pareciendo el equipo?
La temporada es muy larga. Tuvo una bajada de tensión, pero lo importante ahora es el arreón final, que es donde se deciden las cosas. El equipo está preparado para hacerlo de la mejor manera posible y darle una alegría a la gente logrando el ascenso.
Conoces bien la Segunda división, ya que estuviste dos cursos en el Oviedo. ¿Esperabas que le costara tanto al Espanyol?
Sí, por supuesto. Es una categoría muy complicada, con partidos muy cerrados, muy pareja y en la que nadie te regala nada. El Espanyol tiene muy buen equipo con grandes individualidades, pero sabía que no le iba a ser fácil.
En el Espanyol es en el club que más tiempo has estado como profesional: cuatro temporadas. Tendrás grandes recuerdos.
Para mí el Espanyol fue mucho. Pasé cuatro años muy intensos en los que vivimos de todo, hice muchos amigos, me casé, tuve dos hijos… Es uno de los clubs que mejor me ha tratado y lo voy a recordar toda mi vida, le tengo un cariño especial.
Viviste varios derbis. ¿Se parecen a los argentinos?
Los derbis aquí son espectaculares. Sabíamos la importancia que le daba la gente, y nos lo hacía ver a la salida del hotel, con el recibimiento a la llegada al estadio… En Argentina son otra cosa, están 15 días antes hablando del partido. Boca y Espanyol son dos clubs a los que les tengo mucho cariño, ya que jugar en Boca era mi sueño desde chico y en el Espanyol me formé y maduré.
Como perico jugaste contra Boca…
¡Qué sensación! ¡Menos mal que era un amistoso! (risas)
No te costó amoldarte. A tu compatriota Vargas le está costando más.
Yo tenía un grupo de sudamericanos que me hicieron sentir como en casa, me llevaban como su hermano pequeño a todos lados. Iván Alonso, Cristian Álvarez, Nico Pareja, Iván Pillud, Facu Roncaglia… Hace poco conocí a Matías Vargas y le transmití la tranquilidad de que el Espanyol es un gran club y que él lo tiene todo para hacerlo bien, tiene condiciones y en la sub-23 argentina es un referente.
¿Mantienes el contacto con alguien del club?
Hace poco estuve en las oficinas con José María Calzón y estuve hablando con él, con Willy y con Carlos Mira. También estuve con Rufete, Joan Capdevila… tengo recuerdos muy lindos. Jugar en el Espanyol cada fin de semana era precioso, y hacerlo cada 15 días en un estadio fantástico, fenomenal. Me quedó la espina de no haber podido jugar en Europa con el equipo, pero me tocó vivir una época en la que el club estaba sufriendo mucho a nivel económico.
¿Tu salida al Al Rayyan se debió a ello?
Fue una decisión muy difícil y muy meditada. El Espanyol pretendía obtener más rédito económico, pero tenía una deuda muy grande de varios años conmigo y nadie se quería hacer cargo de ella. Uno empieza a mirar por el bien de su familia, pero si se me asegura cobrar esa deuda yo estaba encantado de quedarme. ¡Estaba en el Espanyol, en Barcelona, tenía mi vida aquí! Me costó mucho decidirme.
¿Consideras que futbolísticamente fue dar un paso atrás?
Sí, claro. En Qatar me trataron muy bien, pero tenía 26 años y ganas de seguir compitiendo al nivel que lo estaba haciendo en el Espanyol. Conseguí un préstamo de seis meses a Boca Juniors y volví a jugar a un buen nivel, que era lo que buscaba.
Eres central, pero jugaste mucho como mediocentro. ¿Te costó amoldarte?
La verdad es que no porque ya de chico era una posición que me gustaba. Estar en contacto con el balón, poder ofrecer ayudas… Eso sí, desde que salí del Espanyol he jugado allí en contadas ocasiones. Casi siempre de central.
Tu caso recuerda al de David López, pero con él pasó al revés. De mediocentro al eje de la defensa.
Coincidí poco con él, ya que cuando yo me marché él comenzaba a entrenar con nosotros, pero ya se le veía un chico fuerte que podía ser una pieza importante en el equipo. Ahora es el capitán y el referente.
Tus últimas experiencias son en Japón y ahora en la Segunda B española. ¿Echas de menos el fútbol de alta competición?
Uno siempre anhela regresar a donde siente que puede volver a competir, pero con los pies en el suelo. Quiero ponerme al mejor nivel posible, competir lo que queda con el Llagostera y en junio ya se verá.
Todavía queda lejos ya que aún eres joven, pero ¿qué te planteas de cara al futuro?
Pues todavía no lo sé. Empezaré a buscar qué es lo que me gusta dentro del fútbol, aunque quizás lo que más me llama es ayudar con lo vivido y mi experiencia a los chicos, transmitir y aconsejar hasta donde se pueda
Oriol Alsina perico ????
Oriol Alsina és soci culer i va sortir a TV3 anant a votar en les últimes eleccions del FC Barcelona.
Grande Forlín, siempre cumplió en una demarcación clave.
En Boca lo tenía pre-fichado el Real Madrid (sí, sí), que acabó renunciando al fallecer Dani Jarque. Buen jugador… peleón, trabajador… de cara a la afición, le perjudicaba su posición "gris" en el campo, y haber venido en el paquete de Roncaglia y Pillud, pero aunque no era "de diseño" fue una pieza fundamental mientras jugó aquí
Vaya comisiones se sacaron en esa época Pochettino y Planas con Pillud, Roncaglia, Forlín, etc.
Escandaloso.