Con solo 17 años, Víctor Álvarez ya vivió su primera experiencia en Primera división. El 6 de marzo de 2011, Mauricio Pochettino le dio la alternativa en el Ciutat de València contra el Levante. En el minuto 86, entró en el terreno de juego sustituyendo a David García, quien había ocupado el lateral zurdo del Espanyol en los últimos días. El resultado no le acompañó en su estreno, ya que el conjunto perico perdió por 1-0, con gol de Felipe Caicedo, quien años más tarde compartió vestuario con Víctor en el Espanyol.
El camino del canterano perico no ha sido fácil. En mayo de 2013 tuvo que ser operado del corazón para corregir una anomalía en la válvula aórtica. Seis meses tardó en volver a jugar. Lo hizo en Vallecas y en esta ocasión, su redebut, fue con victoria (1-4). Superó un momento complicado. Actualmente lleva un año y medio sin jugar. Se lesionó de gravedad y se quedó sin equipo. A sus 29 años, Víctor Álvarez confía en, como aquella ocasión, volver a revertir una complicada situación, competir y disfrutar en el césped.
La vida de un futbolista no siempre es fácil. Tras haber disfrutado en el Espanyol y vivir una experiencia positiva en Rusia, ahora estás teniendo que vivir la cara amarga del fútbol. ¿Están siendo tiempos complicados?
A veces no todo es tan fácil como se puede ver desde fuera. En el Espanyol viví de todo, desde sufrir hasta el último momento a jugar una semifinal de Copa del Rey, en una temporada en la que tanto jugadores como afición disfrutamos mucho de esa competición. Pero esto da muchas vueltas. En febrero de 2021 sufrí una lesión. Estoy totalmente recuperado y a la espera de poder demostrar que puedo seguir jugando. Me encuentro bien y estoy con muchas ganas.
Y con recorrido, ya que solo tienes 29 años…
Cierto. Debuté en Primera muy joven y después, a los 19 años empecé a consolidarme en el primer equipo -la temporada de la operación jugó 18 partidos- El tiempo pasa rápido para todos, pero la realidad es que solo tengo 29 años y creo que aún me queda fútbol por delante. El fútbol ha cambiado mucho desde que debuté en Primera hace diez años. Hay mucho más pre y post entrenamiento y partido, y esto hace que la carrera deportiva se alargue.
Con 23 años acabaste contrato y, pese a que el club te ofreció seguir un año más, decidiste no renovar. ¿Por qué decidiste no seguir?
Jordi Lardín, director deportivo en ese momento, me propuso quedarme, pero yo consideré que era el momento de separarme del Espanyol. Salí de casa y emprendí una nueva aventura en Rusia donde aprendí mucho y viví una gran experiencia.
Esa última temporada Quique Sánchez Flores no te dio minutos, pero nunca tuvo una queja tuya. Siempre habló bien y eso es importante cuando se trata de un jugador con el que está contando poco…
Yo tengo buenos recuerdos de ese año. Es cierto que esa temporada no tuve protagonismo, pero aprendí otras cosas. Quique era un entrenador persistente en algunas cosas que quizás no eran mis puntos fuertes, sobre todo defensivamente. No tuve el protagonismo que quería per aprendí. Los dos años anteriores a su llegada había jugado bastante. Todos pasamos por momentos como ese durante nuestras carreras y hay que aprender de ellos y no bajar los brazos. Ese año no fui convocado en los primeros diez partidos, pero me ofrecieron renovar. Y eso lo consideré positivo, ya que en cierta manera había dado la vuelta a la situación que tenía al inicio de temporada.
En Rusia incluso llegaste a jugar en una posición algo atípica para ti, demostrando tu polivalencia…
En un par o tres de partidos llegué a jugar de central. Está claro que en las dos posiciones que me encuentro más cómodo son las de lateral y extremo. No me importaría volver a jugar de extremo; en esa posición disfruté mucho, aunque creo que donde puedo explotar mejor mis características es en el lateral.
A la espera de que te llegue una propuesta interesante. ¿Qué estás haciendo ahora?
Pasé todo el proceso del postoperatorio con Javi Carrión que me ha ayudado mucho. Desde hace unos meses estoy entrenando con el CE L’Hospitalet para tener ritmo de entrenamiento, es un equipo que está en una categoría baja, pero que tiene una infraestructura para estar más arriba. Entrenan todos los días menos uno y esto me va bien para mentalmente estar metido en una rutina y coger el ritmo para estar al 100% en el momento en que me llegue una oportunidad.
En el Arsenal Tula tuviste protagonismo, ¿por qué te costó tener una propuesta atractiva?
Tras acabar mi contrato, el Arsenal Tula me ofreció continuar, pero, como ya me había pasado en el Espanyol, consideré que era el momento de acabar esa etapa. Quería intentar estar más cerca de casa. Decidí no seguir. Ese fue el primer mercado de fichajes post Covid. Me llegaron algunas propuestas muy pronto, pero las rechacé a la espera de algo más. No llego ya nada. Me quedé unos meses sin equipo y en enero emprendí una nueva aventura en Chipre. En el Pafos CF había un presidente importante que estaba invirtiendo y que quería posicionarse con los equipos de la parte alta de la tabla. Empecé jugando y de repente llegó la lesión grave. Como solo había firmado por unos meses, al estar lesionado no me renovaron y me quedé sin equipo. Pasé todo el proceso de recuperación sin equipo. Ahora estamos intentando encontrar una oportunidad. Estoy muy seguro de mí, me encuentro muy bien y estoy perfecto de la lesión. Estoy con ganas de demostrar.
Tu ya sabes perfectamente lo que es volver a empezar…
Sí, recuerdo cuando volví de la operación. Mi primer partido fue en Vallecas y ganamos por (1-4). Sé por lo que pasé, lo que es y no le tengo miedo a nada. Estoy muy seguro de cómo estoy ahora mismo.
Tu situación es cada vez más habitual en el fútbol actual. ¿Durante estos meses has coincidido con algún ex compañero?
Sí, sobre todo, con Víctor Sánchez y Marc Navarro, con quien estuve entrenando unos meses. Formamos un grupo muy chulo. Con Víctor Sánchez hablo cada dos o tres días; le estoy muy agradecido por el interés que siempre me ha mostrado. Es una de las amistades que me llevo del fútbol para siempre. Víctor viene de subir con el Girona y ahora le está costando encontrar algo que le encaje. Es una situación que nos está pasando a muchos. Desde el post Covid hay muchos más jugadores que antes que están sin equipo. Nosotros estamos entre ellos y lo único que podemos hacer es prepararnos para aprovechar la oportunidad cuando nos llegue.
¿Estas abierto a volverte a ir fuera?
Sí, después de la experiencia que viví en Rusia cuando me fui solo, sí. Fue positiva. Me costó la adaptación, pero tengo un gran recuerdo. No me importaría emprender cualquier otra aventura.
¿Sigues al Espanyol?
Sí, aunque esta temporada no he podido ver muchos partidos, pero he podido seguirlo viendo los resúmenes. La plantilla ha cambiado mucho y ya no queda nadie de mi último año en el primer equipo; Puado y Pedrosa habían subido a algún entreno, pero de los que estaban con dorsal de la plantilla no sigue ningún jugador. Darder llegó el verano que yo me fui.
¿La Copa del Rey con Sergio González en el banquillo es tu mejor recuerdo de esos años en el Espanyol?
Sí. Recuerdo esa Copa con mucho cariño. No solo la semifinal, sino las eliminatorias ante Sevilla, Valencia… En casa arrasamos. Se nos dio todo de cara. Fuimos aprovechando nuestras oportunidades excepto en el campo del Athletic, cuando yo tuve una muy clara y Caicedo otra. La vuelta fue en casa, pero ante nuestra afición no hicimos un buen partido.
¿Has soñado mucho con ese balón al palo?
No, creo que esa eliminatoria hay que recordarla desde un punto positivo. Ojalá hubiera entrado, pero tampoco sabemos que hubiera pasado en la vuelta. Quizás hubiéramos ganado allí y después nos hubieran metido tres.
Entre los muchos recuerdos me imagino que estará el de tu debut, ¿no?
Sí, con 17 años en el campo del Levante. Perdimos por 1-0. En ese momento quizás no era consciente de lo joven que era. No te acabas de hacer a la idea, ya que no es muy normal. Con el paso del tiempo, vas cogiendo experiencia y te das cuenta de que es algo que no muchos jugadores pueden vivir.
Para acabar, a parte del fútbol eres socio de un proyecto futbolístico que ha nació en Barcelona: BEST- Cuéntanos un poco…
La idea es de Víctor Cócera, con quien jugué en el fútbol base del Espanyol y hemos mantenido la amistad. Él tenía la idea de crear un proyecto que ofreciera experiencias de fútbol. Juntos a otros socios queremos que la gente pueda disfrutar del fútbol a la vez que conoce Barcelona. Nos dedicamos a que grupos de niños vengan a Barcelona a entrenar, intentamos que jueguen torneos, conozcan la ciudad… Les llevamos a ver partidos del Espanyol y Barça, y allí yo intento que vayan más al RCDE Stadium.