Tras el aplazamiento del Villarreal – Espanyol por la alerta roja meteorológica, el club amarillo ha puesto sobre la mesa su propuesta para la nueva fecha: el domingo 27 de abril. Ahora, la pelota está en el tejado del juez único de Competición de la RFEF, que deberá tomar la decisión final si no hay un acercamiento entre ambas entidades.
Según explica El Periódico del Mediterráneo, el club de la Plana Baixa presentó su petición este jueves ante José Alberto Peláez, el encargado de Competición. La idea del Villarreal es clara: evitar un partido entre semana y aprovechar que el fin de semana del 27 de abril no hay jornada liguera, salvo la final de la Copa del Rey. Argumentan que así se esquiva la sobrecarga del calendario y se facilita la asistencia de más aficionados a La Cerámica, tanto locales como pericos.
Pero aquí está el tema: al Espanyol no le cuadra tanto esta opción que propone el Villarreal. Los blanquiazules ya habían propuesto jugar entre el miércoles 2 y el jueves 3 de abril, fechas que ven más factibles dentro del calendario. Si no hay acuerdo entre ambos clubes, será el juez de Competición quien tendrá que decidir, previsiblemente entre el martes 11 y el miércoles 12 de marzo.
El Villarreal se agarra al argumento de que el 27 de abril que proponen como fecha para recuperar este partido permitiría jugar en una jornada libre de Liga, mientras que en el Espanyol mira con evidente recelo la idea de alargar tanto el aplazamiento, dado que crea una incógnita respecto a tres puntos que pueden ser determinantes cara al objetivo de la permanencia. Habrá que esperar para ver si la RFEF inclina la balanza hacia la propuesta grogueta o si atiende las preferencias pericas.
Mientras tanto, la afición del Espanyol espera y cruza los dedos para que la decisión no termine perjudicando al equipo en su lucha por mantener la categoría. Quedan unos días de incertidumbre, pero una cosa está clara: en el club blanquiazul no se va a aceptar cualquier cosa sin pelear. Competición tiene la última palabra.
