Fran Garagarza tiene muchos números de convertirse en el máximo responsable de la parcela deportiva del Espanyol. Hace unos días, Óscar Imedio, periodista especializado en la SD Eibar, nos explicó que cuando el vasco era director deportivo del conjunto armero tenía como modus operandi “comprar jugadores que se pudieran revalorizar a bajo coste para que pudieran suponer una inversión”.
La realidad es que Fran Garagarza implementó esta idea con éxito en varias ocasiones durante su etapa en la SD Eibar y una de sus grandes operaciones en el conjunto guipuzcoano tuvo como protagonista al Espanyol. Este director deportivo puso su punto de mira sobre Joan Jordán en verano de 2017, cuando Quique Sánchez Flores, que entonces dirigía a los blanquiazules, decidiera no contar con él.
Fran Garagarza comandó las negociaciones con el RCDE y consiguió adquirir al futbolista catalán a cambio de un millón y medio de euros además del 20% de una futura venta. El resultado ya sabrán los pericos cuál fue. Joan Jordán se salió en las dos campañas siguientes, en que fue titular indiscutible en la SD Eibar, marcó diez goles y repartió siete asistencias. En 2019, el Sevilla FC se interesó por el futbolista catalán y pagó 12 millones de euros por él, es decir, diez kilos más del coste que había abonado la entidad armera por agenciárselo.
En resumen, el Espanyol solo obtuvo 3,5 millones de beneficio por Joan Jordán, que se había formado en sus categorías inferiores contando los 2,5 que se llevó gracias a reservarse el 20% de una futura venta. En cambio, la SD Eibar generó 8 kilos de ganancias, ya que se llevó 9,5 de los 12 que pagó el Sevilla, pero hay que restar a esa cantidad el millón y medio que destinó a sufragar la llegada del centrocampista desde la Ciudad Condal.
Otras muestras de su buen hacer
Ahora bien, la operación Joan Jordán no fue la única exitosa de Fran Garagarza en la SD Eibar. Por ejemplo, este director deportivo también compró a Florian Lejeune por un millón y medio y lo vendió por 10, adquirió a Cucurella por dos kilos y fue traspasado por el doble de este valor y pagó 200.000 euros por Rubén Peña para acabar traspasándolo por ocho millones
