El Espanyol consiguió un gran empate ante un Athletic, que se adelantó en los primeros compases del encuentro, e incluso pudo derrotar al líder en los últimos compases del encuentro, cuando Ávalos Barrera les anuló un gol al considerar fuera de juego.
En los primeros minutos, ambos equipos intentaron crear peligro y sorprender entrando por las bandas, pero sin que surgiera efecto. Poco a poco, el Athletic fue demostrando porqué es el líder de la competición y empezó a tomar las riendas del juego. Las vascas intentaban imponer su superioridad física, sobre todo, en las acciones a balón parado.
El partido se complicó para las espanyolistas en el minuto 12 en una acción de auténtica mala suerte. Un chut desde lejos impactó en una defensa perica con la mala suerte que el balón le cayó a Izaskun, quien muy atenta aprovechó la ocasión para superar a Irina. Un golpe para las aspiraciones blanquiazules que pudo ser peor poco más tarde, cuando Irina evitó el segundo tanto, tras un remate de Arranz. Fueron unos minutos donde las de Montes lo pasaron mal para detener el juego ofensivo visitante, aunque Lombi pudo lograr la igualada antes del descanso.
En el primer minuto de la reanudación, Lombi no falló. La delantera en una jugada individual sorprendió a Tirapu con un buen disparo. El gol dio alas a las espanyolistas y el encuentro se igualó, a diferencia del primer tiempo. El partido estaba abierto y podía pasar cualquier cosa. El Espanyol llegaba con más peligro al área rival, aunque no acababa de culminar sus acciones, mientras que las bilbaínas se encontraron con una defensa muy concentrada.
Ambos equipos encararon la recta final sin renunciar a la victoria, pero el esfuerzo empezaba a pesar sobre las piernas. Lombi lo probó con una vaselina y el colegiado le anuló un tanto a Alba Pomares por un presunto fuera de juego. La remontada estuvo cerca de confirmarse.