El Juvenil B acaba de superar el ecuador de la temporada (ha disputado 18 de 34 partidos) y sigue en disposición de luchar por el campeonato liguero. Teniendo en cuenta que la apuesta del Espanyol para esta plantilla es contar con juveniles de primer año, el rendimiento del equipo está siendo muy bueno dado que muchos rivales juegan con juveniles de tercer o segundo año. Con 35 puntos y un partido aplazado, los de Xavi Morón están en disposición de alcanzar la segunda plaza del Europa cuando recuperen el choque en el campo del Mollet que no se pudo jugar por la lluvia. Esos tres puntos permitirían también situarse a cinco del Barça. Aún hay mucha tela que cortar. “Me espero una segunda vuelta muy complicada. Cualquier equipo de la zona alta es complicadísimo de ganar y creo que será diferente a la primera vuelta, costará más sumar puntos ante esos rivales. Hay una igualdad grande entre Girona, Reus Cornellà, Damm, Barça, Europa, Jàbac-Terrassa, Mollet…. Los equipos de arriba pueden estar subiendo y bajando puestos en cualquier momento”, anticipó Morón de cara a la segunda parte del campeonato. “Y luego está el handicap de la categoría, con rivales de tercer año que proponen un juego muy práctico que nos cuesta defender”, añadió ante la inferioridad física de su plantilla.
El pasado fin de semana, por ejemplo, el Juvenil B perdió por 2-3 en casa contra el Girona B, a pesar de contar con bastantes más ocasiones. “Hicimos muchas cosas por ganar o para al menos no perder, pero el rival tuvo más suerte. Llevamos el peso del partido, especialmente en la segunda parte. No nos llegaron muchas más veces pero nos marcaron tres goles, lo que es una muestra de la dificultad de la categoría”, valoró el técnico del Juvenil B. Entre el parón navideño y el partido aplazado de Mollet, el equipo solo ha jugado dos partidos en el último mes, pero “no creo que la derrota sea consecuencia de ello”, añadió.
A lo largo de la temporada el equipo ha tenido más problemas en defensa que en ataque, con altibajos. Ha mantenido siete veces su portería a cero, pero en seis ocasiones ha encajado un mínimo de tres goles. Mucho contraste. A pesar de todo, Morón consideró que “estamos viendo una evolución en defensa, especialmente en algunos jugadores. Unos se adaptan más rápido al contexto de esta categoría, que ya es un fútbol más parecido al profesional”.
Mientras que en ataque, con 40 goles en 18 partidos, el equipo lleva un buen promedio goleador, pero Morón cree que no están del todo acertados ante puerta. “Generamos muchas ocasiones, llegamos a las áreas rivales muchas veces pero hemos de seguir trabajando para mejorar el acierto. Hay que mejorar el ratio de ocasiones/goles a favor. Es algo en lo que podemos trabajar”.
Minutos muy repartidos
Morón afirmó en su día que su intención era repartir mucho los minutos entre su plantilla, para que todos los juveniles de primer año tuvieran la oportunidad de crecer sobre el campo. Y como se puede ver en el minutaje está siendo así. Más allá del caso de Jordi García, jugador incorporado este verano del Gimnàstic Manresa y que no pudo debutar hasta el pasado fin de semana tras superar una lesión, los demás jugadores han jugado un mínimo de casi 400 minutos.
