Los rebrotes de coronavirus a lo largo y ancho del país están haciendo que la RFEF y las Federaciones Territoriales se estén tomando muy en serio el tema para no poner en peligro a los miles y miles de deportistas que hay en España. También así los clubes, y en el caso del Espanyol no es una excepción. El club blanquiazul, en el que ya han echado a andar Juvenil A y B, ha retrasado el inicio de la pretemporada del resto de equipos de la cantera. El positivo en COVID-19 del primer equipo ha hecho que la coordinación del fútbol base haya decidido que los más pequeños de la casa arranquen con el trabajo más adelante. La salud es lo primero.
La última de agosto
Los dos Cadetes, dirigidos por Xavier Corominas y Javi Chica, respectivamente, debían volver al trabajo esta próxima semana, en concreto el día 20 después de tres días de pruebas físicas. Pero el club ha decidido prevenir ante cualquier riesgo y retrasar el inicio del trabajo. De este modo, el Cadete A volverá a la faena el lunes 24 de agosto, mientras que el B lo hará dos días después, el 26.
Mismo panorama para los Infantiles. Tanto A como B debían arrancar con su preparación el día 24, pero la vuelta al trabajo acabará siendo a finales de agosto, el día 31. Un retraso inesperado para todos, pero toda precaución es poca ante la insólita situación que azota al planeta.
Más medidas
Los que han seguido con sus sesiones preparatorias han sido Juvenil A y B, que ya suman casi dos semanas de trabajo. Los equipos dirigidos por Luis Blanco y Moisés Hurtado no han parado, pero sí que han notado más medidas de higiene desde que se conociera el positivo de un jugador del primer equipo. Es más, ambos conjuntos serán sometidos a pruebas PCR la próxima semana con tal de descartar que ninguno de sus componentes esté contagiado por COVID-19.