Toca cambiar de chip y darle la vuelta a la actual situación como a un calcetín. El Femenino A afronta el partido de mañana ante el Oviedo moderno como una final en su lucha por meterse en los puestos que dan derecho a jugar la Copa de la Reina, los cuales están a solo un punto. Aunque en vistas de los últimos acontecimientos, ahora mismo la prioridad para las blanquiazules es acabar con la mala racha por la que atraviesan, ya que acumulan ya seis jornadas sin saber lo que es ganar. O lo que es lo mismo, de los últimos 18 puntos en juego tan solo han conseguido uno, por lo que reaccionar será indispensable. Aunque mucho peor está su rival, un conjunto ovetense ya prácticamente desahuciado con solo ocho puntos en su casillero. Su situación es más que delicada, ya que no saben lo que es ganar desde el mes de noviembre, solo han logrado hacerse con la victoria dos veces en lo que va de curso, y por lo tanto el Espanyol tratará de aprovechar esta delicada situación para levantar cabeza. Y el camino a seguir el choque de la primera vuelta en Sadrià ante el Oviedo Moderno, que fue un festival de fútbol ofensivo que acabó con una abultada goleada (4-0).
El técnico blanquiazul advierte que este es un partido complicado porque “el Oviedo está inmerso en salvar la categoría y enfrentarse a este tipo de rivales siempre es difícil, y nosotros, en cambio, estamos en una dinámica negativa y en esta segunda vuelta nos está costando mucho lograr resultados positivos”. Aunque tiene muy claro que “nosotros tenemos que pensar solo en ganar y dejar atrás esta racha”. A lo que añadió que “el esfuerzo del equipo es indudable, pero nos falta un poco para conseguir los buenos resultados que sí lográbamos en la primera vuelta. Esperamos cambiar pronto esta dinámica y seguir peleando por un objetivo ambicioso como puede ser la Copa de la Reina”.
La nota negativa para este desplazamiento son las bajas, ya que a Cotado, Letti y pomares se unen Estibi, Inés, Aroa y Sara Ismael. Completarán la lista Molina y Daga del filial.