A diferencia de la semifinal, el Espanyol sí estuvo a la altura de lo que requería una final. Mermado igual por las bajas, pero con las ideas más claras y un ritmo superior fue como el Femenino A saltó sobre el verde ante el Barcelona. Sin complejos, luchando mucho y con ganas de gustarse antes del inicio liguero del próximo fin de semana ante un rival complicado. Lo intentó, pero en las pocas ocasiones que tuvieron, no supieron materializar y así es complicado competir.
Empezó serio el plantel de Joan Bacardit una final de Copa Catalunya en la que supo contener bien al Barcelona durante la primera media hora de juego. Salió sin complejos y quiso jugar. No rifó el balón pese a la presión rival y combinando juego corto y largo logró incomodar al cuadro azulgrana e incluso tuvo ocasiones para abrir el marcador. Inés lo intentó a balón parado y Baudet también estuvo cerca tras adelantarse a Ráfols, que salió mal. Pero el disparo de la blanquiazul fue sacado bajo palos. Y de ahí, de los mejores minutos de las de Bacardit, que apenas sufrieron en su área y lo poco que llegó Maria resolvió muy segura, llegó la debacle.
Un desafortunado gol en propia puerta de Dulce cuando corría el minuto 33 lo tiró todo por tierra. Fue un duro golpe que el equipo no supo digerir y solo dos minutos más tarde así quedó patente con el tanto de la experica Bárbara. Que tras una pérdida en la medular, no perdonó tras encarar con éxito a la defensa pericia.
En la reanudación el técnico perico movió banquillo y apostó por acumular más gente por dentro para evitar que el Barcelona le siguiera haciendo daño, pero pese a ello el calor y el cansancio provocaron que las pérdidas de balón fueran una constante, que salir al ataque fuera casi una utopía y fue en este escenario en el que lució Mariajo. Y es que la meta perica ofreció un amplio abanico de paradas para evitar que la derrota fuera mayor. Fueron pasando los minutos y el choque fue muriendo, ya que ni un equipo ni el otro estuvo nada fino y apenas se vieron acciones de peligro. Hasta el descuento, cuando llegó el definitivo 3-0 en otra desafortunada jugada defensiva marcada por el cansancio.
Así pues, pese a esta nueva derrota en un final de Copa Catalunya contra su máximo rival, actuación digna de un Femenino A con cosas por mejorar, pero hay que recordar que pese a ser competición oficial es periodo de pretemporada, que tenía incontables bajas y que está en pleno proceso de construcción.
Las sensaciones, como ante en Seagull, en este caso no fueron malas. Pelearon y lo dieron todo. Esto sigue y el próximo sábado ante el Betis, empieza la Liga y será entonces cuando ya no haya excusas.
