Final anticipada. Partido trascendental para dos equipos que están siendo noticia en este primer tramo del calendario pero de forma negativa, ya que ni Valencia ni Espanyol están cumpliendo con las expectativas y con sus malos resultados deambulan por posiciones que pocos hubieran presagiado a principio de temporada.
Llega peor el cuadro perico, colista destacado de la categoría, aunque no mucho mejor están las che. No ocupan puestos de peligro, pero tras encadenar ocho jornadas sin conocer la victoria, se han complicado notablemente su situación y como se descuiden un poco más se pueden ver metidas en el barro. De ahí a que este duelo vaya a ser afrontado como si fuera el último por dos equipos que necesitan sumar de tres como el comer. Especialmente un Espanyol que a día de hoy todavía no sabe lo que es hacerlo. Hay que remontarse hasta el pasado cinco de mayo del pasado año, hasta el último partido de la campaña anterior, para encontrar la última vez que las blanquiazules pudieron festejar una victoria. Nada menos que ocho meses. De ahí a la ansiedad existente por hacerlo, más allá de para no verse desahuciadas.
El problema es que los precedentes entre ambas escuadras en feudo valencianista no son especialmente alentadoras para las pericas, ya que desde la temporada 2011-12 no han ganado allí. Desde ese 0-4 que firmaron, el balance ha sido de tres empates y cuatro derrotas, la última de ellas en la última ocasión que visitaron Paterna (3-0). Pero como suele decirse, las estadísticas están para romperlas y este sería el mejor momento para hacerlo. Ya que de lo contrario, cuanto más tiempo pase sin hacerlo, más negro será todo. Y eso lo sabe bien un míster que reconoció estar “ante otro encuentro clave para seguir teniendo opciones hasta el final”. Ferrón, que reconoce que “el Valencia es un gran equipo y tiene un gran potencial”, advirtió que será clave “aguantar en los primeros minutos, en los que saldrán muy fuertes, y luego hacer nuestro partido e incomodarlas. No podemos volver a fallar”.
