Hay que ver cómo hemos cambiado de un año para otro, también el Femenino A del Espanyol con Rubén Casado en el banquillo. En diciembre de 2019, la palabra coronavirus todavía no formaba parte de nuestro vocabulario, el primer equipo masculino del Espanyol se hundía en Primera división y esperaba con ansias los dieciseisavos de final de la Europa League y el Femenino A blanquiazul se arrastraba jornada tras jornada y acababa de cambiar de entrenador en busca de una reacción que nunca llegó, a pesar de la voluntad de la plantilla. Este 2020, pese a que el equipo no está para tirar cohetes y sigue teniendo puntos débiles importantes que deben solventarse cuanto antes, las espanyolistas se encuentran tres puntos por encima de un descenso que esta campaña cuenta con cuatro plazas y suma diez unidades más que hace un año. Un cambio sustancial.
Llegó al parón el Femenino A del Espanyol mucho antes de la llegada de Rubén Casado en la UVI. Con 14 jornadas disputadas, una más que en la actual temporada, las blanquiazules ocupaban un farolillo rojo del que se hicieron dueñas en la segunda jornada liguera y que ya no abandonarían hasta que la RFEF decidió poner punto y final a la Liga Iberdrola en la jornada 22. Dirigido por un Jordi Ferrón que había cogido las riendas del equipo dos partidos antes del parón invernal en lugar de Salvador Jaspe, el hecho de sumar un punto de seis en dos duelos tan exigentes como ante el Barça en casa y en la Ciutat Esportiva de Buñol frente al Levante hicieron albergar esperanzas a los pericos de cara al año nuevo, pero nada más lejos de la realidad. Si el equipo tan solo había sumado tres puntos hasta el momento, las espanyolistas no levantaron cabeza y únicamente lograron dos más durante el resto del curso, sin ni siquiera lograr una victoria en toda la campaña.
Clara mejoría del Femenino A del Espanyol con Rubén Casado como entrenador
Esta temporada se ha querido hacer borrón y cuenta nueva en el Femenino A del Espanyol, ahora comandado por Rubén Casado. La sección ha sufrido multitud de cambios, desde la dirección deportiva hasta el césped, pasando por el banquillo del primer equipo: Rubén Casado, técnico de la casa pero sin experiencia en el fútbol femenino, se hacía cargo del conjunto espanyolista a pesar de las reticencias al no contar con pasado en el balompié femenino. Pero ya desde el primer día se empezaron a ver cambios, en un primer momento a nivel interno: las jugadoras no dejaban de alabar el trabajo realizado en las primeras fechas por el nuevo cuerpo técnico. La plantilla también sufrió multitud de permutas para no repetir errores del pasado: hubo diez bajas y seis nuevos fichajes, los cuales se vieron reforzados con ascensos desde el filial como los de Xènia o Joanna.
Con Rubén Casado al frente, el Femenino A del Espanyol, a pesar de sufrir las bajas de larga duración de dos de sus fichajes estrella, la guardameta Vanina Correa y la delantera Nadezjda Karpova, ha competido a un buen nivel, a excepción de la lamentable e histórica derrota ante el Real Madrid (1-8). El peor momento, dejando de lado el duelo comentado, la mala racha de cuatro derrotas consecutivas ante Eibar (0-1), Granadilla (2-0), Santa Teresa (1-0) y Sevilla (0-3), algo que el pasado curso antes del parón ocurrió hasta en dos ocasiones. A pesar de ello, el equipo supo reaccionar tanto a esta como a una mala dinámica posterior de tres derrotas seguidas contra Real Sociedad (1-0), Real Madrid (1-8) y Levante (1-0), en esta ocasión gracias a su última victoria contra el Betis (2-1). Fruto de ello, las de Rubén Casado no solo superan la puntuación antes del parón de la pasada campaña, sino que hacen lo propio con la de la campaña 2016-17, en la que el equipo solo sumaba nueve puntos en 12 jornadas antes de las fiestas navideñas, e iguala los 13 puntos conseguidos antes del parón invernal de la 2013-14, aunque en esa ocasión se llevaban jugadas 14 jornadas. El equipo está ttres puntos por encima del descenso.
Rubén Casado no soluciona los problemas del Femenino A del Espanyol
Es un hecho que el Femenino A del Espanyol ha mejorado respecto al pasado curso con Rubén Casado como entrenador, sobre todo en su manera de competir. Los fichajes realizados han subido el nivel, con Maya Yamamoto como el motor blanquiazul y jugadoras como Paula Nicart y Marta Turmo subiendo el nivel en defensa. Además, una Manuela Vanegas que la pasada temporada apenas pudo participar al llegar en el mercado invernal se ha convertido en pieza clave del once y Sara Extremera ha sido uno de los puntos positivos que ha aportado la cantera. Sin olvidarnos, obviamente, de la cancerbera Montse Quesada, que ha jugado los dos últimos encuentros a un gran nivel. Pero ello no significa que no se puedan mejorar las cosas. Sigue habiendo obstáculos similares al pasado curso, sobre todo en ataque. Al equipo le cuesta un mundo ver puerta y tan solo suma diez dianas, dos más que la pasada temporada con las mismas jornadas jugadas. También en defensa los números son similares, habiendo encajado 24 tantos, solo cuatro menos que la campaña anterior antes del parón, pero el mal día contra el Real Madrid ha inflado esta cifra. El problema, entonces, es claro: el gol. En la carta a los Reyes Magos, solo una petición: una delantera que marque diferencias.