Brenda Pérez, una de las jugadoras con más minutos en el Femenino y el comodín de Joan Bacardit gracias a su polivalencia, está volviendo a disfrutar sobre el verde. El equipo está experimentando este año un crecimiento en el juego considerable y de ahí a que la de Badalona asegure que “el equipo se ha soltado, tiene más claro a lo que juega y eso se está viendo en los partidos. Hemos cambiado el sufrimiento por el disfrute, ya era hora”. Además Brenda también se congratula de que el club “vuelva a apostar por nosotras y nos tenga en cuenta. Se están esforzando para que estemos más a gusto y eso se nota en los viajes, que los hacemos más en avión o AVE, o por ejemplo jugando y entrenando cada vez más en césped natural. Nos sentimos cuidadas y eso es fundamental”.
¿Contenta por tu protagonismo y por cómo está el equipo?
¡Mucho! La verdad es que a nivel personal no puedo quejarme. Estoy trabajando duro desde el primer día, tengo la confianza del míster y las cosas me están saliendo bastante bien. Y en cuanto al equipo creo que hemos salido reforzadas del complicado inicio y hemos demostrado que somos un grupo trabajado, que tiene claro a qué juega y que es capaz de competir de tú a tú a los de arriba. Los resultados quizás no han sido los esperados, como digo los rivales no han sido fáciles, pero en cambio las sensaciones han sido muy buenas y eso es clave de cara al calendario que nos viene ahora ante los que son teóricamente de nuestra liga. Ahora es cuando no hay que fallar y demostrar que vamos en serio y que podemos firmar un bonito año.
Llevas tres jornadas como central izquierdo. ¿Muy raro?
Al principio un poco, aunque solo era esta posición y la de portera la que me quedaba por probar (ríe). Cuando Joan me lo propuso, por la baja de Berta, no negaré que me sorprendiera y me diera un poco de respeto, ya que no tenía experiencia jugando ahí, pero la verdad es que me estoy sintiendo bastante cómoda y me está gustando eso de poder iniciar el juego y verlo todo mucho mejor desde otra perspectiva.
Pero para acostumbrarte a esta nueva demarcación y coger los automatismos de un central tienes a un buen maestro, ¿no?
(Ríe) Así es. Lluís (el central y capitán del Espanyol B es su pareja), se implicó mucho cuando se lo expliqué y me aconsejó en varios aspectos y ante el Granadilla intenté recordarlo todo y ponerlo en práctica. Me explica un poco cómo perfilarme y me corrige algunos aspectos.
¿Y qué dice de cómo te ve en este nuevo rol?
Pues la verdad dice que bastante bien, que las actuaciones han sido bastante aceptables pese a no estar acostumbrada a jugar ahí. Seguiré trabajando duro para mejorar y escucharé todos los consejos que me dé tanto él como el cuerpo técnico, que también me ayuda mucho. Soy consciente de que debo seguir mejorando en varios aspectos para rendir ahí todavía mejor, pero en general estoy muy contenta y al final lo importante es intentar sumar en el equipo y rendir donde se te pida.
Pese a que por ahora la situación en la tabla no es muy alentadora, este equipo ha demostrado tener mimbres para creer, ¿verdad?
Así es. La derrota ante el Málaga nos hizo cambiar el chip, fue como un toque de atención que ha acabado por desatar al equipo. Vimos que nos faltaba tener más el balón y tener más personalidad, y creo que ante Levante y Athletic se vio, pues tuvimos serias opciones de puntuar y pusimos en problemas a dos grandes equipos. Ahora hemos dicho aquí estamos y vamos a ir a por todas. Hemos ganado mucho en confianza, gracias a que se está jugando bien, la apuesta es atractiva, y poco a poco nos estamos reivindicando. Así que creo firmemente que si seguimos jugando así iremos a más y llegarán los resultados.
¿Qué ha cambiado para ver a un Espanyol que parece haber eliminado los complejos y los miedos?
Pues aunque parezca mentira, la llegada de jugadoras jovenes y con proyección. Verlas a ellas jugando sin miedo a fallar, que tienen descaro, se atreven y para nada están cohibidas, ha sido un ejemplo. Nos han hecho ver que el camino a seguir es ese.
Curioso que sean las pequeñas las que marquen el camino…
Pues sí, pero el tema está en que ellas no han pasado por momentos complicados y no saben lo que es jugar con miedo por si no se gana que la situación empeore más. Ellas no están ‘viciadas’ en este aspecto y han renovado los aires, que era algo clave en el seno de un equipo que en las últimas campañas no lo ha pasado bien y tenía muchos complejos. Ahora el equipo, aunque se compliquen las cosas no baja los brazos, mientras que antes hundirse era lo habitual. Sin duda, con este juego e implicación ahora no hay nada que recriminar a un equipo que está a muerte con el míster y con su idea. Somos otro equipo y al final disfrutamos en el campo.