Atónita como todos los aficionados y componentes del Femenino A y sin restarse su parte de culpa. Así está Titi Camuñez, la directora deportiva de un femenino que está firmando la peor campaña de su historia, ya que se está jugando la categoría. Este año la sección ha vuelto a ser profesional y a recuperar las remuneraciones a las jugadoras, ha hecho un equipo prácticamente nuevo para sentar las bases de un proyecto de futuro, pero todo está saliendo del revés. Pese a ello, ante una situación tan delicada, Titi llama a la unidad y emplaza a las voces críticas hasta final de temporada, pues a su entender “ahora no es el momento de hacer reproches y autodestruirnos. Es verdad que estamos mal, pero más que nunca hay que luchar, remar todos juntos y creer para sacar la situación adelante”.
¿Cuál es el análisis de la dirección deportiva sobre que el equipo esté en descenso?
Obviamente negativo y a la vez sorprendente. A principio de temporada, para nada, pensábamos estar así. Pero ahora no queda otra que sacar la casta para no tener que lamentar males mayores. No negaré que estoy desilusionada, y no soy la única, pero en este tramo final las jugadoras tienen que estar más tranquilas que nunca y nosotros, junto al cuerpo técnico, trabajamos para reforzar su confianza. Ahora no valen las amenazas ni meter el miedo en el vestuario.
¿Y a quién le achacamos la culpa?
Esto es cosa de todos. Desde mi persona hasta la última jugadora. Todos estamos en el mismo barco y tenemos nuestra cuota de responsabilidad, pero ahora no es el momento de hablar de ello. Cuando acabe todo será el momento de hacer valoraciones, pero está claro que nos hemos equivocado, y hablo en primera persona, en muchas cosas. Reconozco que es frustrante ver que el año pasado con menos se hizo más.
Viendo que hasta ahora no se ha logrado reaccionar ni con el cambio en el banquillo, ¿qué le queda por hacer al equipo?
Jugar de otra manera. Ser más prácticos, dejarnos de tanto toque y chutar más. Lo que hemos hecho hasta ahora solo ha servido para encajar menos y ganar en intensidad, pero no ha sido suficiente para que lleguen los resultados. Por lo tanto hay que apostar por nuevas propuestas tácticas, aunque lo principal que puede hacer el equipo es sacudirse el miedo y si hay que morir que sea matando. Entiendo que no es fácil, porque se nota que a muchas jugadoras les tiemblan las piernas en el campo, y es normal teniendo en cuenta esta situación, pero hay que hacer un cambio de chip. Creo que con un triunfo, si el equipo sale de abajo, se verá más seguro y eso será clave para que aprendan a creer más en ellas y en las posibilidades de un grupo que no debería estar metido en esa pelea. Somos mejores de lo que creemos.
¿Compartes las declaraciones del míster tras la derrota ante la Real en las que apuntaba que “las jugadoras aún no han asumido que estamos una situación crítica”?
Para nada, se equivocó. Estuvo desafortunado, pero entiendo que no fue con mala fe, sino fruto de la frustración por cómo está yendo todo. Él es el primero que desde el primer día ha querido ponerse como diana de las críticas y librar a las jugadoras, pero creo que no hay que darle más vueltas. En caliente todos podemos cometer errores, pero ahora tenemos que estar más unidos que nunca y no autodestruirnos.
¿Cuál es el peor enemigo de este equipo?
Ahora mismo los nervios y la falta de confianza, pero también no haber encontrado un sistema que ofrezca garantías. Se ha ido cambiando en busca de dar la tecla y no se ha dado con ella, por lo que las jugadoras no acaban de saber quizás a lo que juegan.
¿Y si se pierde ante el Rayo?
No queremos pensar en ello, pero no quedará otra que seguir hasta el final y no tirar la toalla. Nos hemos sentado, hecho autocrítica y nos hemos puesto las pilas para ir a por todas, pero si sucediera eso quedarán siete partidos, o mejor dicho finales, y estará más complicado, por lo que a lo mejor habría que tomar decisiones drásticas en busca de la necesitada reacción.
¿Cómo ves el calendario final? ¿Propicio para salvarse?
No es malo, porque hay que jugar contra los de abajo, muchos de ellos contra rivales directos, y es verdad que puede ser un arma de doble filo, pero creo firmemente que podemos lograr tres triunfos y así la salvación estría muchísimo más cerca. Es cierto que hasta ahora solo hemos ganado dos veces, pero ahora hay que dar el apretón final y sumar, al menos, 10 puntos de los 24 que quedan en juego.
¿Desde el club qué se os transmite? ¿Hay nerviosismo?
Está claro que hay preocupación, pero en todo momento se nos ha mostrado confianza y todo el apoyo. Creen firmemente que tenemos argumentos para salir de abajo.
¿Qué mensaje le mandarías al aficionado llegados a este punto?
Que les necesitamos más que nunca. Siempre han estado ahí, como es el caso de la Juvenil, que es de admirar todo lo que nos está dando, pero ahora, como el equipo, tienen que creer y empujar hasta el final. Todos juntos lo sacaremos.