Le había llegado la hora de la verdad al Femenino y este dio la cara y no perdonó. Firmó un partido un tanto bipolar con dos partes muy diferenciadas, pero tras el descanso el equipo supo reaccionar a tiempo y un solitario gol de Paula Moreno bastó para sumar tres puntos clave para iniciar un tramo del calendario en el que las pericas deben reivindicarse e iniciar la escalada en la general. Perder hubiera supuesto meterse en descenso, pero pese a sufrir lo indecible en una nefasta primera mitad, levantaron cabeza. Y es que tal y como dijo el propio míster, “llegué al descanso con ganas de llorar”. Su equipo no carburaba ante un Sevilla volcado en ataque que llegó a estrellar cuatro balones al palo, Inés sacó un balón en la misma línea de gol… Sin duda, la suerte esta vez sí estuvo de su lado.
Pero rectificar es de sabios y eso es lo que hizo el cuadro blanquiazul tras el paso por los vestuarios. La charla de Joan Bacardit surtió efecto y el Espanyol pareció otro bajo la intensa lluvia. El cambio de chip fue importante y de ahí a darle la vuelta a la tortilla saliendo por las bandas, probando más centros, desplegando un fútbol mucho más directo y con las jugadoras mucho más metidas luchando por las segundas jugadas.
Las blanquiazules supieron hacerse con la batuta, anular a un Sevilla que en la primera mitad las tuvo contra las cuerdas, y superada la hora de juego, concretamente en el 62’, Paula Moreno impartía justicia estableciendo el 0-1 tras un exquisito centro de Dulce y un mejor testarazo. La delantera perica voló en la medida justa y giró en seco el cuello para ajustar su remate al segundo palo donde Noelia no llegaría. Y lejos de especular con el resultado, consciente de la importancia de sumar un triunfo, las pupilas de Joan Bacardit se lanzaron a por el segundo. Eli lo rondó en dos ocasiones, Torrodà otra, pero el balón no quiso volver a entrar. Pese a ello, la presión espanyolista fue alta para ahogar al cuadro rival y fue efectiva, pues las andaluzas no volvieron a generar sensación de peligro. Se sentía cómodo el Espanyol y acabó el duelo con buenas sensaciones. Algo que el míster dijo que era “clave de cara al partido del miércoles ante el Madrid, otro rival directo ante el que esperamos volver a sumar de tres y así afrontar el duelo de Copa ante el Barça en el mejor estado de juego y ánimo posible”.
