Joan Gaspart ha vuelto a hablar. Y como siempre que lo hace, no deja indiferente a nadie. Esta vez ha sido en Esports COPE, donde el expresidente del FC Barcelona ha opinado sobre el fichaje de Joan García por el club azulgrana, una operación que ha levantado una auténtica tormenta emocional en el entorno del Espanyol. Mientras buena parte de la afición lo vive como una traición en toda regla, Gaspart, con su estilo peculiar, lo ve desde una óptica muy distinta. Casi entrañable. O paternalista, según cómo se mire.
“Bueno, al igual que estuve molesto cuando Kubala se fue al Espanyol”, arrancó, tirando de memoria sentimental y equiparando su enfado de entonces con el disgusto actual en clave perica. “Cuando digo esto, los del Espanyol me dicen, eso fue hace muchos años, ¿y qué tiene que ver?”, añade con un tono de cierta condescendencia. Pero lo más llamativo ha sido su argumento para invitar al espanyolismo a pasar página: “Los pericos de verdad pueden estar disgustados pero contentos al mismo tiempo, porque si quieren tanto a esta persona que es Joan García, que les ha hecho tantos favores y les ha ayudado a mantener la categoría, pues tendrían que estar contentos y agradecidos. Porque en definitiva, un hijo que prospera y tira adelante no es para estar disgustado”.
Ahí queda eso. Joan García, como si fuese un hijo que se va a la gran ciudad a hacer carrera, aunque esa ciudad esté justo al lado y sea el mismo sitio donde te han mirado siempre por encima del hombro.
Gaspart, eso sí, quiso marcar distancias con otros casos más espinosos, como el de Figo, con el que algunos han osado comparar lo de Joan. “He oído que se han hecho comparaciones con Figo, y no tiene nada que ver. Figo traicionó al Barça poniéndole unas condiciones para poder seguir en el Barça a cambio de un documento totalmente ilegal firmado por Florentino Pérez…”, explicó, antes de zanjar: “La historia de Figo es punto y aparte, que no se quiera comparar porque no tiene nada que ver con lo de Joan”.
Para el ex presidente azulgrana, lo de Joan García es, simple y llanamente, una cláusula pagada. Un movimiento legal. Limpio. “Se ha limitado a ir a un club que ha pagado la cláusula, y guste más o menos es una normativa que se estableció en su día”, recordó, casi como si estuviera leyendo el reglamento por encima del hombro a algún aficionado enfadado.
Y como colofón, dejó una frase que seguro no ha ayudado mucho a apaciguar los ánimos en el entorno perico: “Estoy seguro que los espanyolistas de verdad, en el fondo, también están contentos que este jugador que es tan importante para ellos y al que tanto quieren haya podido progresar en su vida profesional”.
