La vida de Gerard Yepes es la de muchos chavales que sueñan con llegar al fútbol profesional, pero con un detalle que lo hace distinto: su corazón siempre ha latido blanquiazul. Nacido en Barcelona el 25 de agosto de 2002, Yepes se marchó siendo un adolescente a Italia, donde ha construido su carrera, pero su sentimiento por el Espanyol sigue intacto. Así lo ha contado en una entrevista a SPORT, donde repasó su camino y confesó que, pese a estar lejos de casa, su vínculo con el club de su infancia no se apaga.
El centrocampista dio sus primeras patadas en la cantera del Espanyol y en el Sant Andreu, donde incluso llegó a ser capitán con solo 16 años. De allí saltó a la Sampdoria, con la que firmó contrato profesional a los 16 y fue creciendo hasta acumular 62 partidos en la Serie B y nueve en la Serie A. Este verano quedó libre y, aunque sonó para varios equipos españoles como Levante, Racing o Málaga, e incluso hubo quien lo situó en la lista de posibles objetivos del RCDE, acabó fichando por el Empoli. Una decisión que, según reconoció, no fue sencilla: “La verdad es que ha sido una decisión difícil porque, obviamente, veía con buenos ojos volver a casa. Pero este proyecto me convenció mucho desde el primer día que mi representante me lo dijo. Se hizo todo superrápido, la verdad, se hizo en 3-4 días”, explica en SPORT.
En su estreno con el Empoli no pudo pedir más: titular en el debut liguero y victoria por 3-1. “El inicio de Liga muy bien. Empecé de titular y lo más importante es que ganamos 3 a 1 y que, obviamente, la victoria te da moral y te da confianza”, contaba. Además, destacó la buena sintonía con el entrenador: “He venido a un equipo donde el míster quiere jugar y proponer. Es un equipo y un míster que se casan muy bien con mis características”.
Su adaptación a Italia ha sido total. Llegó con 15 años, aprendió el idioma en apenas dos meses y hasta hizo allí la selectividad: “Ahora ya casi es como si fuera mi primer idioma, que no lo será nunca, pero sí que ya estoy completamente integrado en la vida italiana”, asegura. Aun así, lo suyo con el Espanyol es algo que no se puede borrar. Lo dejó claro al hablar de sus orígenes: “Yo soy del Espanyol de familia, por la de mi padre, de toda la vida. Desde pequeño íbamos al campo del Espanyol a verlos”.
Y aunque su ídolo de siempre ha sido Iniesta, por cómo jugaba y por aquel gesto eterno hacia Dani Jarque en el Mundial de 2010 –“se ganó el corazón de toda España y de toda la afición perica. Pero también por su forma de jugar, centrocampista… A mí me encantaba y por eso ha sido siempre mi ídolo. Te podría decir varios jugadores del Espanyol que también me gustan mucho, pero mi ídolo de toda la vida ha sido Andrés”– Yepes no duda de su ADN perico. Ese sentimiento que le acompaña allá donde va, incluso ahora que defiende los colores del Empoli en Italia.
